ENTRE EL PANTANO DEL EBRO Y EL EMBALSE DE ALSA 18.07.2020

RUTA

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Esta es  una ruta sencilla para hacer en una mañana y con gente no habituada a caminar por el monte. No obstante la caminata no está exenta de un cierto aire de aventura, como siempre nos sucede cuando vamos a caminar por el monte.
Miramos atrás a ver el embalse del Ebro
Vamos a dejar claro que la ruta no es para hacer en invierno, La vuelta se hace mucho usando como sendero el cauce de un arroyo. Es de suponer que en invierno baje con agua y sea impracticable, Además de ello he de señalar que, a pesar de estar en pleno mes de julio, hay zonas relativamente largas embarradas, terreno blando que te obliga a salir del camino principal para buscar una alternativa sobre la marcha.
Hemos partido del núcleo de Lanchares en el municipio de Campoo de Yuso, en la zona norte del Pantano del Ebro. Vamos  a tratar de llegar al embalse de Alsa, uniendo de esta manera las dos cuencas hidrológicas.
Hemos aparcado junto a una casa, a las afueras de Lanchares que nos ha venido muy bien ya que tenía un banco a la sombra en el que poder sentarnos a cambiar las botas. Cuando nos hacemos mayores, estas pequeñas comodidades nos vienen muy bien.
Salimos por calles del pueblo y por pistas en dirección al Mediajo Frío. Hay una pista que lleva hasta la cima. Yo he subido por ella hasta la cima sin ningún problema conduciendo un vehículo todo terreno. Según vamos subiendo, conviene mirar hacia atrás para ver la panorámica que la cola del embalse del Ebro nos muestra.
Los primeros tramos son llanos y fáciles por una pista, hasta que comienzas a subir. Nos hemos encontrado con el camino reparado. Se observan paños en los que se ha extendido zahorra. Algunas bordes se les ve con restos de trabajo de una reja de una máquina que ha ensanchado el camino o, al menos, limpiado los bordes.
Vadeando el arroyo Lanchares
Al salir de una curva, hay una pista abandonada de uso de vehículos y que se está convirtiendo en sendero, Por ella nos metemos y abandonamos la pista principal. Nos metemos enseguida en la sombra, lo cual en un día de calor de verano es de agradecer. Bajamos hasta cruzar el arroyo de Lanchares y de Agüalateja y comenzamos a subir. El cruce de los arroyos es en un vadeo, no hay puente alguno. Algún pequeño tramo sucio de barro en el camino. Lo bueno de este trae es que estamos en sombra. Lo malo es que hay que subir y subir.
Y llegamos a un collado en donde aparece una pista. A la derecha cruza la vaguada y nos llega hacia el cortafuegos que sube al Mediajo Frío. No es nuestro camino.
Nos metemos a la izquierda por la pista y aquí si tenemos un ramo de mucho barro. Seguimos en la pista, seguimos en la sombra y el terreno es arcilloso y el agua de la arcilla no se evapora. Hemos pisado en donde hemos podido, incluso en algún caso hemos salido de la pista para meternos a media ladera a la izquierda del camino para poder caminar en mejor terreno, estas en un bosque en el que no hay mucho arbusto y se puede caminar más o menos bien. Despacio, pero bien.
Y salimos del barro, justo en donde salimos del bosque y del refugio de la sombra y cruzamos una cerca. Hemos cambiado de municipio, desde Campoo de Yuso a San Miguel de Aguayo.
Aquí descendemos por una pista en dirección al embalse del Alsa. Ya hemos cruzado la divisoria de Aguas. El camino es fácil, limpio, con alguna hierba y con brisa casi siempre. Vemos en un cerro una torre metálica muy alta, estimo unos 50 o 60 m, en la que hay instalados varios anemómetros. Recuerdo hacer visto hace algún tiempo la publicación de una información pública para construir algún parque eólico en este lugar. Sin duda es una zona en la que hay vientos. Nosotros lo hemos notado hoy ya que la brisa en nuestro descenso ha sido muy agradable. Incluso en mis brazos al aire libre he sentido algo de frio.
Camino de descenso hacia Alsa. Al fondo el Pico Otero
Seguimos bajando hasta casi llegar al nivel del embalse de Alsa. Hemos de señalar que ambos embalses, a mediados del mes de Julio, está prácticamente llenos. El consumo de agua para regadíos y para electricidad, por lo que ve es mínimo.
Llegamos a un cruce de pistas. Nos queda muy poco para llegar al embalse de Alsa, pero no lo hacemos, Nos volvemos, buscando por el fondo de la vaguada el camino, en dirección al embalse del Ebrio, Toca volver a subir, El sendero aparece y desaparece. Nos metemos por dentro del bosque y tenemos que ir caminando por el fondo de la vaguada. Hay una tramo como de dos kilómetros que caminas por el cauce del rio o, mejor dicho, por los cauces del arroyo. Hay varios cauces, hoy secos ya que estamos en verano. En la cartografía aparece una pista, pero no hay tal. Sendero de cauce de rio es todo lo que hay. No tienes perdida pero tienes que caminar por donde puedas y/o quieras. Hay tramos también con barro ya que es zona en la que no entra el sol y no se secan las arcillas.
No tienes mucho sentido de estar pedido ya que estas subiendo, siempre a la sombra, por dentro del bosque y por el fondo de la vaguada, hasta que te asoma lo que debió ser una pista y al final te encuentras con una cerca en la que hay una portilla por la que cruzas. Por cierto que dentro de este bosque hay vacas que se buscan la vida pastando, rumiando y bebiendo. No les molestes y no te molestarán.
Volviendo por el cauce del río
Al cruzar la portilla cambiamos de municipio. Esas vallas se colocan para que los animales domésticos que pastan en cada uno de los prados, no se pase a los terrenos del municipio o la junta vecinal del pueblo de al lado. Enseguida encontramos unos restos de una mina. Al menos así aparece en la cartografía geológica y lo que dicen los lugareños. Por lo que vemos e trata de minas similares a las de Cabárceno, en la que la arcilla existente tiene partículas ferrosas que, tras el lavado de la arcilla, se utilizan para extraer el metal en altos hornos.
Ya desde esta mina, al principio en sombra del bosque de hayas de gran porte y luego a pleno sol, tenemos una pista en perfecto estado que nos lleva a Lanchares, al lugar en donde tenemos el coche.
La panadería de La Población
Hemos tratado de buscar algún atajo para llegar al coche, pero nos encontramos con prados llenos de escajos, helechos y vegetación baja similar que nos apetece cruzar, por lo que seguimos por la traza, vemos los depósitos de agua del municipio y llegamos a nuestro destino, en el pueblo de Lanchares.
Al final, volvimos en coche por el borde del pantano del Ebro, por la carretera, hasta llegar a La Población y paramos en la panadería que existe saliendo en dirección  Reinosa. Os aconsejo la torta de aceite y cualquier pan de los que hacen.
Por cierto, toda la casa de la panadería decorada con flores multicolores de manera espectacular.
Que lo disfrutes.


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