LAS TUERCES. 27.07.2020



El acantilado de la Horadada


Esta caminata cumple la realización de visitas a dos lugares muy llamativos: la garganta que ha excavado el río Pisuerga en el lugar denominado la Horadada y las Tuerces. Ambos lugares son derivados de la disolución de la roca caliza según el proceso clásico de carstificación. En ambos casos la naturaleza nos muestra su forma de trabajar, erosionando la roca caliza y para ello nos muestra con claridad cuales son los estratos más blandos y los que más y más fácilmente se erosionan.
Nuestra intención hoy era pasar por un tercer lugar: el castro del monte Cildá. Para llegar a él debíamos haber cruzado el rio Pisuerga en Villaescusa, pero una riada este pasado invierno ha arruinado el puente sobre el rio y no hemos podido cruzar. Una crítica a la Diputación Provincial de Palencia que creo que es la titular de la carretera. Por ese motivo aparcamos en Olleros. Al acabar la marcha  y volver por la margen derecha del rio Pisuerga, habríamos llegado directamente a Olleros. Como no pudimos cruzar el río hubimos de volver por la Horadada ya recorrer dos veces un tramo de 1 km de carretera.
Bueno, pues tal y como decía, salimos de Olleros en dirección al cañón de la Horadada. Un kilómetro por la carretera. Por lo menos estaba fresca ya que acababa de funcionar el riego por aspersión de una plantación de maíz de la parcela vecina.
La mesa de las Tuerces
Entramos pro el camino hacia la horadada y a unos 400 m hay un aparcamiento. Conviene meterse por el camino y aparcar ahí el coche para ir al cañón de la Horadada. El camino, al principio es una pista que se dirige a los edificios existentes en el cañón y que son una antigua central eléctrica y el resto nos pareció un antiguo seminario o lugar similar, aunque muy abandonado. Esta central y edificios anejos parece un lugar reservado ya que vemos carteles de lugar privado y prohibido el acceso.
Erosión
Al llegar a este lugar timamos un sendero que asciende a la derecha y ya entramos en la Horadada. Pasmo por encima de los edificios, vemos la presa del río, y vemos los cortes en la roca y los acantilados. Pasamos por ellos, cruzamos una cueva, nos asomamos a otro que en invierno hace de manantial, disfrutamos del lugar en el fondo.
Al salir y llegar a la parte alta seguimos de frente y en tramos en la mies y en caminos. La ruta que llevamos marcada en el GPS nos llevaba por la izquierda por encima de los acantilados sobre el río, pero por no mirar el aparato nos despistamos. Como no pudimos volver por causa del puente caído, volvimos por ese lugar luego.
Al acabar la subida, entramos en pista y llegamos, a pleno sol de Castilla, a Villaescusa de las Torres. A la salida del pueblo hay un sendero que sube a las Tuerces. Nosotros hemos seguido por la pista y hemos buscado otra pista que sube por detrás a la Lora de las Tuerces.
La subida es por una pista con pinos a la izquierda y rocas a la derecha. Al llega arriba, te buscas la vida para encontrara un lugar por donde caminar. Hay miles de senderos que te hacen recorrer diferentes parajes todos ellos espectaculares en los que se ven  diferentes erosiones de la roca. Lo más llamativo es la mesa y los bordes de Lora de las Tuerces, que no es aconsejable para personas con vértigo.
El borde de las tuerces visto desde abajo
Así caminando en dirección a la salida, buscamos el sendero que nos vuelve a bajar a Villaescusa de las Torres. Cruzamos el pueblo y tratamos de cruzar el río. No pudimos. El pasado invierno del año 2019/2020 una riada ha rebosado por encima del puente de 6 tubos de acero y ha erosionado toda la plataforma, dejando los tubos al aire y al agua y sin pasividad de pasar. Quizás jugándoselo algo hubieses pasado, pero no merece la pena. Baja mucho agua, supongo que le embalse de Aguilar está soltando agua para producción eléctrica.
La Horada. la presa y la central eléctrica
Pues no pudimos pasar y volvimos por el mismo camino. La única reseña es que ahora buscamos el sendero para volver por encima del acantilado. No merece la pena ya que no hay muchos lugares en los que podamos disfrutar de las vistas. Lo auténticamente interesante de la Horadada es el tramo que se cruza.
De esta manera, volviendo a cruzar la horadada y volviendo a pasar por zonas de árboles y sombra, que se agradecen en verano, volvimos a pasar por el aparcamiento, a salir a la carretera y llegar a Olleros para dar por terminada nuestra marcha.
Los dos lugares que visitamos: la horadada y las Tuerces, auténticamente maravillosos. No os lo perdáis.
Que lo disfrutes.

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