INSELBERG EN EL BOSQUE DE USOMBO - CAALA. 17.10.21

RUTA




Nos sigue gustando conocer lo que tenemos cercano a Cuito. No hay gran cosa. Y decir cercano es recorrer más de 150 km de ida y otros tantos de vuelta. Menos mal que hay carretera más o menos decente, con baches y algunos tramos rotos del todo. Es lo que hay en Angola. En España los políticos se olvidan del mantenimiento de las infraestructuras. En Angola no lo hacen. No saben lo que es. Cuando se rompe algo, ya vendrá alguien a arreglarlo. He visto una alcantarilla sin tapa durante un año y medio, el tiempo que estuve allí. Todos los días pasábamos por el sitio en  coche. Todo el mundo lo debía saber ya que nadie se cayó.

A lo que íbamos, Fuimos a Huambo y de Allí a Caala. Esta es una planicie a unos 20 km de Huambo, la capital de la provincia. En tiempo de la colonización portuguesa, se llamaba Nueva Lisboa. Quisieron que esta localidad fuese la capital de Angola.

A las afueras de esta localidad hay varias montañas de roca granítica, que se elevan sobre la planicie, son formaciones que los geólogos llaman INSELBERG, aunque también los llaman cerro testigo, butte, mogote, monolito natural,…

Se trata de rocas que sobresalen en un terreno llano. Tengamos en cuenta que estamos en los terrenos más antiguos desde la formación de la tierra y que emergieron las tierras de los acéanos. Ha habido 4.500 millones de años de erosión que han formado las llanuras de arena que conforman la meseta de Bié. Algunas roca han sido mas duras y han quedado como muestras mientras que todo el terreno alrededor se ha erosionado.

Este tipo de formación también lo vi en una carretera camino de Lobito. Ese día no pude parar pero me pareció muy singular.

 Las dos rocas tienen unos 40-50 m de altura. Quise subir a la cima, pero era para mí imposible sin equipos de escalada y no estábamos en ello. Íbamos a caminar. Hoy íbamos a setas, no íbamos a rolex.

Hay un bosque que une las dos piedras, bosque muy transitado, incluso con pistas de coches y por allí nos metimos a caminar. Íbamos dos personas de piel blanca con otros tres de piel de color. Todo el mundo nos miraba como bichos raros. Algunos niños, no sé de donde salieron, se acercaron a nosotros. Y claro se subieron a la camioneta.

El paseo fue agradable. Hace calor en la meseta de Bié. Estamos a 1.700 m sobre el nivel del mar, en el mes de octubre, que es la primavera del hemisferio sur. Pero estamos muy cerca del ecuador. Aquí eso se primavera, verano, otoño e invierno se nota poco.

Hay una cosa que también me llama la atención En España tenemos en verano unos días largos. En Angola no. 6 a 6,30 de la tarde, hora solar, es de noche cerrada. Todo el año. De verdad añoraba nuestras largas noches de verano.

La caminata fue fácil. Aparte de tratar de trepar, lo cual fue imposible, caminamos por la llanura entre las dos rocas, algo más de un kilometro. A

  la sombra de pinos y eucaliptos.

Es curioso que estos árboles, los eucaliptos, fueron implantados allí por los portugueses en su época colonial. En España se plantan para cortarlos y usar la madera  para la fabricación de pasta de papel. Aquí, en Angola se dejan crecer y crecer. He visto árboles de unos 40 m de alto con troncos de más de 1,50 m de diámetro, a veces formando alamedas, ¿que debíamos llamar eucaliptedas? No sé.

Lo cierto es que pudimos caminar un poco ese día, disfrutar un poco del campo y comer una tortilla de patata que me preocupé de hacer. Creo que soy el mejor cocinero de tortillas que ha pasado por Cuito. Ahí lo dejo.

Que lo disfrutes.









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