Ruta
fotos
Hoy amenazaba lluvia. El parte meteorológico decía que podía llover toda la mañana. A pesar de ello, unos pocos nos decidimos a acudir a la marcha programada. Sobre las 10 de la mañana estábamos en Ramales y comenzamos a caminar. El primer tramo es por caminos cómodos y sin pendiente, hasta que nos metimos en el bosque y el sendero, Allí había bastante barro como consecuencia de las lluvias de los días pasados.
Hemos atravesado un encinar con árboles de poco tamaño debido a que el sustrato es muy rocoso y hay poca tierra. El camino, poco a poco comienza a ascender y se aleja del rio Gándara. Lo previsto sucedió. Hay un tramo con mucha pendiente que hubo que ascender. Ya lo habíamos visto en el perfil que habíamos bajado de wikiloc.
y algún que otro producto de cocina. Pasada la cueva sigue la fuerte pendiente ascendente hasta salir del encinar. Allí nos encontramos con el camino cortado por un cierre ganadero que tuvimos que abrir. Así de esta manera llegamos a Manzaneda. Seguimos andando hasta la ermita que existe junto al camino. Allí aprovechamos para reagruparnos. Venían dos niñas muy lentas hoy. En Manzaneda era la cota más alta y desde allí, por caminos asfaltados llegamos a Rozas. Sin parar, seguimos bajando por un camino con mucha pendiente hasta Incedo, otro pueblo de la zona. Allí paramos sobre la 1,30 a comer. Lo hicimos rápido ya que parece que el clima no estyá nada claro y la lluvia puede caer en cualquier momento.
Salimos enseguida cuesta abajo en dirección de nuevo al encinar, para cruzarlo de vuelta. Nos encontramos antes con un pinar que lo cruzamos por una camino que se aprecia que en si día fue usado para sacar madera. En un momento determinado seguimos hacia abajo y, pasados unos 300 m. mirando el GPS descubrimos que habíamos equivocado el camino. Hubo que volver atrás, no es todo el camino cuesta abajo. Al cabo de un rato, tras unas vueltas y revueltas por el camino perfectamente visible en el monte, nos llegamos al punto en donde por la mañana habíamos comenzado la fuerte subida. Ya solo nos faltaron un par de kilómetros por el sendero para llegar al punto de salida.
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Hoy amenazaba lluvia. El parte meteorológico decía que podía llover toda la mañana. A pesar de ello, unos pocos nos decidimos a acudir a la marcha programada. Sobre las 10 de la mañana estábamos en Ramales y comenzamos a caminar. El primer tramo es por caminos cómodos y sin pendiente, hasta que nos metimos en el bosque y el sendero, Allí había bastante barro como consecuencia de las lluvias de los días pasados.
Dentro del bosque, con día nublado, hay muy poca luz y las fotos han salido algo movidas. Mas adelante ha salido el sol y las fotos han mejorado.
Hemos atravesado un encinar con árboles de poco tamaño debido a que el sustrato es muy rocoso y hay poca tierra. El camino, poco a poco comienza a ascender y se aleja del rio Gándara. Lo previsto sucedió. Hay un tramo con mucha pendiente que hubo que ascender. Ya lo habíamos visto en el perfil que habíamos bajado de wikiloc.
El camino pasa por una cueva que parece que en algún momento se habita o alguien se acerca por allí, hay aceite
y algún que otro producto de cocina. Pasada la cueva sigue la fuerte pendiente ascendente hasta salir del encinar. Allí nos encontramos con el camino cortado por un cierre ganadero que tuvimos que abrir. Así de esta manera llegamos a Manzaneda. Seguimos andando hasta la ermita que existe junto al camino. Allí aprovechamos para reagruparnos. Venían dos niñas muy lentas hoy. En Manzaneda era la cota más alta y desde allí, por caminos asfaltados llegamos a Rozas. Sin parar, seguimos bajando por un camino con mucha pendiente hasta Incedo, otro pueblo de la zona. Allí paramos sobre la 1,30 a comer. Lo hicimos rápido ya que parece que el clima no estyá nada claro y la lluvia puede caer en cualquier momento.
Salimos enseguida cuesta abajo en dirección de nuevo al encinar, para cruzarlo de vuelta. Nos encontramos antes con un pinar que lo cruzamos por una camino que se aprecia que en si día fue usado para sacar madera. En un momento determinado seguimos hacia abajo y, pasados unos 300 m. mirando el GPS descubrimos que habíamos equivocado el camino. Hubo que volver atrás, no es todo el camino cuesta abajo. Al cabo de un rato, tras unas vueltas y revueltas por el camino perfectamente visible en el monte, nos llegamos al punto en donde por la mañana habíamos comenzado la fuerte subida. Ya solo nos faltaron un par de kilómetros por el sendero para llegar al punto de salida.
Al llegar, en el Bar El Salto del Oso pudimos tomarnos una cerveza que apetecia, ya que el sol habia comenzado a alegrarnos.
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