ALTO DE SAN CIPRIANO - RESTAURANTE LA HÉRMIDA, PASANDO POR EL PICO IBIO. 02.04.16







Nos tocaba salir a caminar y hemos decidido subir al pico o monte Ibio. En Panamá diría Cerro Ibio. Este es un  monte que si sitúa a unos 800 m. sobre el nivel del mar.
Ermita de San Cipriano
Partimos de la carretera que une Riocorvo con Villanueva de la Peña. Casi a mitad del camino está del denominado alto de San Cipriano y es el lugar oportuno para comenzar la ascensión. En este lugar se inicia una pista que sube hasta la cima del monte con una suave pendiente y que se transita por los maderistas y, sobre todo, por los equipos de construcción y mantenimiento de las antenas de telecomunicaciones que hay en la cima del monte.
Como hemos señalado, salimos a caminar desde este punto. Allí hay lugar para dejar coches aparcados. Al principio el camino está en muy buen estado. Asfaltado y bien conservado. Hasta llegar a la ermita de San Cipriano. En esta ermita se celebra el día 16 de septiembre una gran fiesta romería a la que acuden de todos los municipios limítrofes y cercanos. Es una de las romerías típicas de le región, situado dentro del ambiente costumbrista - rural de Cantabria. Allí acuden de Torrelavega, de Cartes, de Mazcuerras y de Los Corrales de Buelna sobre todo.
Cámara de reunión de la "traída".
Muy cerca de la ermita existe una edificación pequeña, que es la arqueta de reunión de una serie de manantiales que hay en la zona y que han constituido el abastecimiento de San Cipriano. Esta es, ya que en parte sigue en servicio, una red o traída de agua desde estos manantiales hasta Torrelavega. En alguna ocasión, haciendo una obra por el interior de esos montes, he encontrado el trazado y acueductos de piedra en perfecto estado de conservación. Merecería la pena un análisis, cartografía e inventario de las obras construidas y en servicio.
Pasado este punto subimos y subimos, ya he dicho que con una suave pendiente que hace que la marcha sea relativamente cómoda. Cruzamos zonas de bosque que es una explotación forestal de pinos. Al acabarse los pinos por excesiva cota, se acaban los árboles. Como estamos en invierno se sube bien y sin mucho calor.
Así llegamos al pico Vidrio. En él no hay más que una caseta cercada y una especie de avión con una hélice, que hace de veleta y no sé si de aerogenerador. La hélice giraba a gran velocidad.
Con las mismas, seguimos hasta la cima del Ibio, el vértice geodésico y a las antenas. Poco más de una hora y media de subida sin llegar a las dos horas. Paramos y atacamos los bocadillos. Siempre sienta bien comer en el campo.
Llegando a la cima, vista de la sierra
de Peña Sagra
Hasta ahora hemos subido por la pista y ahora bajamos por donde podemos. En principio por subes prados en la parte alta. Luego, siguiendo la ruta que llevamos grabada en el GPS bajamos por una canal no excesivamente complicada. En tierra. Algún pequeño salto que se hacía sin mucha dificultad.
Tras salir de esta canal, una prado llano y ya la bajada fuerte, siempre por la cresta y por un camino existente entre escajos. Estaban latos, pero el camino estaba abierto perfectamente. Lo localizas y lo ves sin problemas, con lo que te pinchas con los escajos lo justo. Hay que bajar despacio, ese es todo el problema.
Así llegamos hasta un camino que lleva a la braña de la Silla del Oso. Seguimos ese camino en sentido ascendente hacia la izquierda y llegamos a nuestro destino, el Restaurante la Hérmida, en donde hemos reservado a comer. En total la marcha no llego a cuatro horas de caminata.
He de reseñar que uno de los marchantes habituales estaba lesionado y no pudo ascender con el grupo. Nos aprovechamos de él y le hicimos conductor. Nos dejó en la salida y fue a recogernos al restaurante y a participar de la comida. Faltaría más.

Que lo disfrutes.


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