SUANCES - SANTA JUSTA. COSTA. 06.06.13

Fotos
Ruta

Nos hemos acercado a Suances con intencion de recorrer la costa entre esta localidad y la Playa de Santa Justa en el municipìo de Santillana del Mar (No es cierto lo del pueblo de las tres mentiras, lo dejamos en dos).



Hemos salido de la playa de la Concha y hemos subido por un camino que recordaba en mucho peor estado. Hemos recorrido la zona del faro, nos hemos acercado a los acantilados de la piedra blanca y  hemos subido hasta el vértice geodésico. Nos hemos enterado, hay que tener amigos en todo el mundo, que este vértice es uno de los "importantes". Amenaza algo de lluvia. Maldonado dice que no va a llover y le hacemos caso. Seguimos bordeando por encima de la playa de los locos y pasado el Castillo, tenemos que salirnos a la carretera. Queremos seguir por la costa, pero los cierres de fincas nos lo impiden. Han colocado las vallas hasta el mismo borde del acantilado. Nos hemos podido asomar de nuevo en el mirador de la La Tablia y nada mas. 
Seguimos por la carretera hasta llegar a Tagle. Al llegar a este pueblo, nos metemos por una carretera asfaltada que pone "Playa". Es lo que hay. No seguimos hacia la playa. Seguimos buscando la costa en direccion a Punta Ballota. Por esos caminos agrícolas llegamos hasta este saliente. Impresonante el acantilado. Se observa algun camino por donde baja la gente a pescar. Alguna persona con caña nos hemos encontrado saliendo de la costa.
Aquí creo que ya podríamos habernos salido de los caminos de la mies y acercarnos a la costa. Pero el campo estaba algo mojado y nos dió pereza. Mas adelante sí que nos metimos por estos caminitos o senderos del acantilado y pudimos llegar hasta la playa de Tagle. Todo el tramo desde la Tablía hasta la playa de Tagle son acantilados más o menos altos, con algunas bajadas que usan los pescadores y los furtivos de la pesca del percebe.
Al cruzar la playa de Tagle, nos metemos por un sendero muy estrecho. Se le nota pisado, pero, sin embargo, también se observa que hay poco paso ya que la vegetación lo va comiendo. 
Enseguida llegamos a unas ruinas, ¿san Telmo? y comenzamos a bajar despacito hacia la pequeña playa de Santa Justa. Casi no hay playa. Debe su nombre a una ermita construida al abrigo de una roca en forma de visera que sirve de cubierta y tejado a parte de la ermita.
Nos hemos bajado hasta el aparcamiento y tras un reposo, vuelta por caminos rápidos hasta Suances en donde tenemos aparcado el coche. 
Justo a tiempo. Al cabo de dos minutos, no pudimos ni quitarnos las botas, comenzó a llover. Eso es lo que trae esta loca primavera,

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