RUTA
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Hoy hemos hecho una marcha corta a conocer las cascadas de Barcenillas y/o la Miña. Salimos de Barcenillas en pleno Valle de Cabuérniga. Hay un camino por detrás de este pueblo que nos encamina hacia las cascadas. Por hacer algo mas divertida la marcha nos subimos al pueblo de la Miña. Para ello seguimos un sendero señalizado y que, con fuerte pendiente, asciende hasta llegar a una pista que nos acerca hasta la parte lata de La Miña. Desde aquí otra pista siempre pavimentada con piedra, nos acercar hasta la portilla canadiense que da acceso al monte. Aquí hay una panel explicativo y aprovechamos para parar y juntar todo el grupo que se nos había dispersado.
Desde aquí un descenso hasta el río Barcenillas y cruzarlo pisando piedras, con riesgo de patinazo y de meter la pata. Nosotros lo hicimos sin mayores inconvenientes ayudándonos unos a otros. Enseguida volvemos a cruzar por un puente y llegamos hasta las cascadas. Una colección de fotos y seguimos la marcha, hasta la parte superior y otra vez al sendero. Ya hemos culminado la ascensión y ahora todo cuesta abajo hasta volver a Barcenillas. Seguimos la pista sin mayores problemas. Hay que cruzar un puente peatonal de madera. La pista vadea el arroyo y ahora el nivel de agua es alto.
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Hoy hemos hecho una marcha corta a conocer las cascadas de Barcenillas y/o la Miña. Salimos de Barcenillas en pleno Valle de Cabuérniga. Hay un camino por detrás de este pueblo que nos encamina hacia las cascadas. Por hacer algo mas divertida la marcha nos subimos al pueblo de la Miña. Para ello seguimos un sendero señalizado y que, con fuerte pendiente, asciende hasta llegar a una pista que nos acerca hasta la parte lata de La Miña. Desde aquí otra pista siempre pavimentada con piedra, nos acercar hasta la portilla canadiense que da acceso al monte. Aquí hay una panel explicativo y aprovechamos para parar y juntar todo el grupo que se nos había dispersado. Desde aquí un descenso hasta el río Barcenillas y cruzarlo pisando piedras, con riesgo de patinazo y de meter la pata. Nosotros lo hicimos sin mayores inconvenientes ayudándonos unos a otros. Enseguida volvemos a cruzar por un puente y llegamos hasta las cascadas. Una colección de fotos y seguimos la marcha, hasta la parte superior y otra vez al sendero. Ya hemos culminado la ascensión y ahora todo cuesta abajo hasta volver a Barcenillas. Seguimos la pista sin mayores problemas. Hay que cruzar un puente peatonal de madera. La pista vadea el arroyo y ahora el nivel de agua es alto.
Así, fácilmente, llegamos al pueblo. Un paseo por sus calles perfectamente pavimentadas merece la pena. Hay muchas casas muy arregladas y una edificación muy restaurada con el nombre de Fundación Barcenillas.
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