CERRO GAITAL. 09.11.14

RUTA
FOTOS

Cuando llegas la valle de Antón, te encuentras, al norte del Valle, una inmensa mole rocosa que se eleva sobre el valle y que impone sus respetos. Queríamos subir a ellos y el día 9 de noviembre la Tribu Guarumo organizó su salida semanal a este lugar.
Coincidimos con una carrera de montaña, que, con el  calor y la humedad que hay en Panamá, no se como aguantaron.
Grupo de la Tribu Guarumo a la entrada del
parque, incluyendo el guarda.
En alguna otra ocasión he dado la vuelta caminando al cerro, pero está vez hemos llegado el grupo hasta la parte norte del cerro, justo la opuesta al cerro Gaital, en coche. Hay carreteras sin asfaltar que te acercan sin mucho problema hasta el lugar. Los tramos con fuerte pendiente está asfaltados por la  empresa Toledano, que tiene una cuantas granjas y naves para pollos en la zona.
Acceso por la zona fácil
En un cruce hay una caseta para el Guarda Bosques que te cobra la entrada de acceso al parque nacional Las dos veces que he pasado por allí no he visto al guarda y, por tanto, no he pagado. Ninguno del grupo lo hicimos,.
Acceso por la zona difícil

Comenzamos a ascender. Los primeros tramos son fáciles, por un sendero muy marcado, ascendente y a la sombra del bosque tropical. Se suda porque hace calor y hay mucha humedad. Al cabo de 1.300 m de caminata y unos 170 m de ascensión,  se llega a un mirador desde el que se vislumbra parte del valle, sin verse el centro del mismo que está detrás de la cumbre del cerro. hasta aquí es la marcha habitual que se hace sin mayores inconvenientes. fácil yo diría.
Desde aquí comenzamos a caminar en dirección a la cumbre. Desde el primer momento, el cerro Gaital nos mostró su cara dura. No imposible, pero si algo más complicado. El ancho camino se convirtió, de repente en un estrecho sendero. El sendero se vio encubierto por vegetación de cierto porte a ambos lados del mismo. El sendero, en algún momento, discurre por la cresta de la sierra, con unas fuertes pendientes y caídas a ambos lados, lo que proporciona una terrible sensación de inseguridad en lo que estás haciendo. 
Los que llegamos, algunos subidos en la techumbre
de la caseta
Y, para colmo, alguno de  los tramos tiene tal pendiente que es preciso ayudarse por una cuerda para trepar, casi escalar. De echo, no todos los que salimos llegamos a la cumbre. Aquí, con estas dificultades que nos presenta la montaña, descubrimos la necesidad imperiosa de hacer el recorrido con la compañía de un guía conocedor del cerro, ya que, las circunstancias que hemos comentado, hacen que el acceso sea bastante peligroso, incluso para senderistas experimentados
Vista del Valle de Antón desde la cumbre
Al llegar a la cima, tuvimos que "revolotear" para encontrar un lugar desde el que poder disfrutar del esfuerzo realzado. Son muy pocos los senderistas que acceden a este lugar y no se observa ningún  camino marcado. Al final, caminando hacia la derecha, en dirección oeste, nos encontramos con un claro del bosque desde el que pude hacer alguna foto. Curiosamente en la cima y en las proximidades de este claro, existían los restos de caseta de ladrillos cuya finalidad desconozco.
El día estaba lluvioso, por lo que decidimos comer algo y retornar rápidamente. La bajada por el mismo camino y con dificultades ya que el terreno mojado, con arcilla que patina, nos da una cierta sensación de inseguridad. Había que volver a bajar con ayudas de las cuerdas, que costó algo mas que la subida, pero lo conseguimos sin mayores inconvenientes.
Como recomendación, en este sendero acude con un guía conocedor del terreno. No es nada fácil el segundo tramo. 
Una vez terminada la caminata, corta, pero que no menos de 3 horas de ha de llevar, el valle de Antón y sus encantos están a tu disposición.





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