PARRACOLINA DESDE VALDICIÓ






RUTA
FOTOS
Hemos Subido al Parracolina, ¿o es Porracolina? La subida normal es desde el lado de Asón, bien Arredondo, bien Bustablado. Nosotros hemos subido desde Valdició. La idea es ahorrarnos un pedazo de ascensión, ya que la cota de partida es mucho más alta.
Comenzamos a caminar. Nuestra meta: el Parracolina
Al llegar a Valdició aparcamos en cualquier lugar. No hay problema. Comenzamos a subir por una pista hormigonada. Nuestra primera meta es una cabaña que se ve en un collado. La subida es bastante fuerte y con una pendiente muy dura. Subimos prácticamente “a plomo”. Nos cansó mucho y sirvió de calentamiento. Sin embargo, el calentamiento fue demasiado fuerte ya que dos de los siete participantes decidieron cambiar el rumbo. Se bajaron por otra vaguada a Calseca. Los demás seguimos.
Miramos hacia atrás. Desde el primer collado vista hacia Valdició
Tras ese primer  tramo de fuerte pendiente ascendimos hacia otro collado que se veía con otra cabaña sobre él. Es un tramo con muy poca pendiente que nos lleva hasta otra cabaña y la vaguada que desciende a Calseca. Incluso parece que los antiguos se han preocupado de poder alguna losa o piedras para facilitar el paso a través de prados.
Hayedos en otoño. Colores y colores, ocres y rojos
Aquí comenzamos una nueva subida fuerte. Primero cruzamos un pequeño bosque y luego otra vez “a plomo” hacia la cabaña. La ventaja es que ahora está muy marcado el camino que hace zigzag para aumentar la longitud de la caminata y disminuir la pendiente. Este tramo y ya todo lo que queda se hace sin sombra alguna. Nosotros vamos en otoño y no hace mucho calor. Un poco de viento nos facilita el ascenso, sin que sea una preocupación importante. Este tercer collado nos da vistas al valle del Asón. Enfrente se observan las paredes de la Porra de Mortillano. A nuestros pies, al fondo que no llegamos a ver, se encuentra el río Asón.
Colores de otoño
Este collado, previo al ascenso final, nos sirvió para un pequeño descanso. El aperitivo en la cumbre. La subida es con menos pendiente que lo que llevamos hasta ahora, excepto un pequeño paso en que casi hay que trepar. No es difícil. Llegamos a la cima y nos encontramos con el buzón colocado en su día por el Tajahierro, con alguna tarjeta en su interior.
Me encantó este rincón, justo antes del ascenso final
Ahora sí, descanso y aperitivo. Son algo más de las 12 y estamos desde las 9,30 caminando y subiendo. Las vistas espectaculares. Se observa toda la costa. Nosotros disfrutamos de lo que podemos. Un poco de viendo que refresca y, sobre todo, la bruma que envuelve la costa nos impide disfrutar de todo. No obstante la bahía de Santander, la bahía de Laredo, El Buciero se aprecian perfectamente,
Llegando a Calseca este inmenso haya
junto al camino y a una cabaña
 abandonada
Por el interior también se aprecian as montañas más cercanas y nítidas. El picón del Fraile, los Picones de Zamina, el Valnera, todo ello se observa sin mayores problemas.
La bajada la hacemos en dirección a Calseca. Es todo descenso. El primer tramo por la misma ruta, luego ya nos bajamos por la vaguada que lleva directamente a Calseca. Hay sendero que llega hasta allí, atravesando prados y de cabaña a Cabaña.
Una de las mejores cosas del día de hoy, dadas las fechas, los colores de los árboles: hayas, cajigas, álamos, algún acebo,… En el camino también nos encontramos con un ¿rebeco? Eso me dijeron. Salió huyendo de nosotros con mucha agilidad. Mucha gente subiendo desde Asón y desde las Estacas de Trueba.

Que lo disfrutes.

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