FOTOS
RUTA
Toda una lección de geología, estratigrafía,
erosión, rotura del terreno, karst,… Eso he contemplado hoy, junto con una
jornada de clima excelente, a pesar de estar a mediados del mes de noviembre. Día
claro, despejado, con visibilidad a gran distancia. Vamos una jornada para gozar
del campo.
Además de todo lo expuesto, hemos
gozado de los bosques del Parque Natural de los Collados del Asón, en pleno
otoño, y ya casi sin hojas.
Con las mismas llegamos al aparcamiento
del Parque, por encima de la Cascada del Asón. Hoy apenas cae nada de agua.
Llevamos unos cuantos, bastantes, días sin llover y con viento sur.
Los primeros tramos son de pista.
Enseguida llegamos a un cruce y nos desviamos a la izquierda. Hay poste que
señala la Vuelta a la Colina. Enseguida volvemos a tener vistas sobre el valle
del Asón, por encima de la cascada. Vemos de nuevo las nubes altas que nos
configuran, desde arriba, un mar de nubes.
Nosotros seguimos nuestro
ascenso, pasamos unas cabañas, y nos metemos en una planicie de roca. Un fondo
de océano lo llaman. Aquí observamos como las diaclasas hacen su trabajo. La erosión
se produce en su dirección. Sobre esta superficie se aprecian las líneas de rotura,
las erosiones los huecos, el trabajo de la erosión en sí. Es muy curioso
distinguir perfectamente las familias de diaclasas, a 60 grados.
A uno de los bordes del “fondo de
océano” hay una alineación de cuevas. Se aprecia una falla rota y abierta, que
es la que ha provocado la entrada del agua, la erosión y formación de cuevas.
Vislumbramos todo lo que podemos.
La costa, el interior, Peña Sagra, el Picón del Fraile, el Valnera, pueblos, de
todo. La visibilidad es magnífica. Algo pero que esta mañana. Desde arriba
observamos otra falla en el terreno, también con el terreno abierto. Aquí
debajo, por culpa de la erosión del karst, han debido suceder muchos fenómenos geológicos.
Seguimos bajando y nos metemos en
otro bosque, hay muchas rocas sueltas de gran tamaño, rodeadas de tierras. Es
una morrena glaciar, lateral. Estamos en el final del circo glaciar de
Bustalvente. Tuvo que ser un espectáculo ver este glaciar que hubo de subir una
cota de unos 50 m. para pasar por encima del alto de la Pasadía. Algunas de
estas rocas, han ocasionado la formación de refugios. En algunos de ellos, se
observa que ha habido, y aún hay vida o lugar en el que hay gente que se
refugia en días de viento y/o nieve.
RUTA
Valle del Asón cubierto de Nubes |
Los aerogeneradores destacan en las crestas |
Hemos salido antes de las 8 de
Santander. Aun de noche. Al subir Alisas, como era de esperar, un poco de
niebla, que al llegar arriba se despeja y nos permite ver un mar de nubes en ambas laderas del Puerto. La bruma, calima, o
lo que sea que todos los días oculta ligeramente la visibilidad aún no se ha
implantado y la transparencia de la atmósfera es total.
En un tronco hemos visto el trabajode un pájaro carpintero |
Allí, mientras nos calzamos, un
grupo de espeleólogos están preparando sus equipos. Van a explorar cuevas. Van
bien pertrechados y equipados. Caminamos un rato, juntos, charlando, pero ellos
van a lo que van y caminan rápido. Nosotros queremos disfrutar del aire libre y
ellos quieren disfrutar de las cuevas.
La perra nos miraba con cariño |
Nos metemos, siguiendo el camino,
en un hayedo que ahora está sin hojas. Están toda en el suelo. Han caído del
árbol. Todo el camino ascendente nos lleva a pasar por una zona en la que parece
una sima catalogada. Durante el día vamos a ver unas cuantas. Al parecer, nos
han explicado los espeleólogos, hay un paquete de roca caliza entre dos vetas
de arenisca. En se paquete de unos 100 m. de potencia se desarrollan las cuevas
de esta zona. Tienen escasa profundidad, menos de 100 m, pero un gran
desarrollo. Hay cuevas de más de 30 km.
Hayedo con todas las hojas en suelo |
Seguimos por el hayedo |
Sobre lo que fue el fondo marino, la erosión construye la forma actual |
Salimos ya fuera del bosque, a
campo abierto. Bordeamos una profunda y gran dolina. Seguimos ascendiendo Ya
vemos nuestra meta: la colina. Tras esa dolina hay unas fuertes rampas por el
sendero perfectamente marcado y luego rampas más suaves. Lo última es una pequeña
trepa.
Vista de la costa de Cantabria desde la cumbre. |
Desde la cumbre se observa esta grieta en el terreno. Se rompe. Esto es geomorfología |
Hubo un fondo de océano que fue erosionado, y erosionado, y mas erosionado. Un cañón fue el resultado |
Comenzando el descenso en otra dirección.
La bajada es a campo abierto. Hay muchos
postes que nos señalan cual es el sendero que debemos recorrer. Hay un poco de
escajo y monte bajo que hace que te puedas despistar.
Entramos en otro bosque de hayas.
Se nos hace corto. Llegamos a Hazas del Respiradero, dentro de ese bosque. Se trata
de un lugar en el que la erosión ha actuado con gran fuerza sobre otro “fondo
de océano” y ha ocasionado varias grietas de unos 3 m de ancho y más de 8 m de
profundidad. Por una de ellas discurre nuestro sendero, aunque hemos observado
alguna más. No tenemos tiempo ni ganas de explorar.
Al salir de este cañón caminamos
a cielo abierto sobre el borde de un acantilado. Estos cañones, al formarse,
han llegado a tal profundidad que han llegado al fondo del valle. En algún momento,
han roto el terreno que ha caído hacia el valle y luego, el glaciar que hubo en
la zona, provocó la erosión y desaparición de la roca.
En el monte de enfrente, la
sierra que baja del Colina, se observa mucha roca rota y caída en este sentido.
En la ladera se observa la rotura de la roca y caída hacia el valle |
Estamos por encima del Polje de
Brenavinto. El pono o logar por el que el agua se filtra en el terreno se aprecia
a nuestros pies.
Ya estamos cerca de nuestro
final. Por un sendero a media ladera, llegamos hasta el alto de la Posadía y,
por la pista que hay allí, llegamos hasta nuestro aparcamiento. Los
campanarios, a nuestra derecha, nos dan sombra. Avanzamos hasta nuestro coche,
por el lugar en el que discurrió la lengua del glaciar. A los lados aún se
aprecia algo de morrena. Nuestro coche está aparcado sobre terrenos que parecen
morrenas y que separan la cuenca vertiendo del glaciar, de manera que baje
hacia el Asón en vez de bajar hacia el Gándara en Soba.
Es digno de contemplar en valle
en U del Asón, por debajo de la cascada. Es un síntoma claro de la erosión glaciar.
Sobre las 3 acabamos. Unas 5
horas para hacer 15 kilómetros por los collados del Asón. Un magnifico paseo para
una mañana larga del mes de noviembre.
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