Ruta
Fotos
Para empezar la primavera vamos a caminar con un día nublado, amenazando lluvia y con unos 10-12 grados de temperatura. Siempre hay algo de brisa costera que, caminando no la notas, pero en cuanto paras de hacerlo te quedas heladito.
Fotos
Para empezar la primavera vamos a caminar con un día nublado, amenazando lluvia y con unos 10-12 grados de temperatura. Siempre hay algo de brisa costera que, caminando no la notas, pero en cuanto paras de hacerlo te quedas heladito.
Acantilados en Punta Ballota |
El grupo
ha llegado sobre las diez de la
mañana a Tagle. Hemos llevado un coche a Santillana y cuando hemos vuelto
comenzamos a caminar. Los que se han quedado han tenido problemas para encontrar
un local abierto en el que tomar el café dela mañana. Tagle no madruga en
domingo.
Salimos de la marquesina del autobús en dirección
a la costa. Vamos por un camino ancho y cómodo.
Es una pista de las que ha construido la concentración parcelaria ejecutada hace
unos años. Al final de la recta, nos desviamos hacia la punta de Ballota. Quería
enseñar a los caminantes el acantilado y las vistas en dirección a la Playa de
Los Locos de Suances. Hay un mirador que, cuando te acercas al borde, da
autentico vértigo.
La playa de Tagle |
De Tagle comenzamos a subir por un sendero
estrecho, apera una persona. Si te cruzas con otro tienes que salir del
sendero. Esta noche pasada ha llovido y está el suelo mojado. El algún lugar
patina y te puedes caer. Es preciso tomárselo con cuidado. El bastón aquí se
hace prácticamente imprescindible.
Así llegamos a la torre de San Telmo. Parece una
torre de vigilancia o defensiva medieval. Alguna opinó que podía ser una torre
de vigilancia ballenera. Las ballenas hace unos 200 años cruzaban por el norte
de España, el mar Cantábrico, y eran cazadas, o pescadas, por expertos balleneros
de costa. Torres como ésta han sido catalogadas de vigilancia de la mar en
busca de estos cetáceos.
La ermita de Santa Justa Encajada en el acantilado y protegida por la visera de piedra |
La ruta puede seguir por el acantilado. Hay un sendero
de caminar en fila india, húmedo y a media ladera, lo que da un cierto riesgo
de caída. Por ese motivo nos metimos por un camino asfaltado que nos llevó
hasta Ubiarco. Desde allí por otro camino buscamos de nuevo la costa.
Mirando al Oeste en san Telmo |
Seguimos caminando hasta llegar a Puerto Calderón.
Se trata de una pequeña bahía que tiene muchas historias sobre las que no me
atrevo a opinar. Dicen que fue puerto romano. Dicen que los submarinos alemanes
se refugiaban aquí en momentos de temporal durante la segunda guerra mundial. También
acabo de leer que fue puerto libre en la edad media debido a que los demás puestos
naturales no cumplían las distancias de “servidumbre” con los puertos de San Vicente
de la Barquera y Santander. Además de ello, la cercanía con una localidad
importante medieval como Santillana del Mar.
Sí que es cierto que hay alguna boca mina y que
estamos en los mismos materiales sobre los que se ha explotado la mina de Reocín.
De aquí se ha extraído algo de mineral de zinc.
Al acabar la vista al puerto Calderón, por los
mismo caminos, seguimos, tras una abundante subida, hasta llegar a Arroyo. Un
pueblecito perteneciente a Santillana del Mar. El bar estaba abierto. Eran las
dos de la tarde y allí nos tomamos unas rabas y sacamos nuestros bocadillos,
que fueron digeridos con las correspondientes cervezas y Martini. Es la hora de
ello.
Puerto Calderón visto desde su atalaya |
Aquí termino nuestra marcha, que algunos
continuamos haciendo alguna fotografía por las calles de Santillana. Siempre es
un placer y un nuevo descubrimiento caminar por este pueblo y sus antiguas
piedras.
Que lo disfrutes.
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