URDON - TRESVISO POR EL CANAL.15.05.16


  

El primer túnel por dentro 
Yo creo que esta es la mejor ruta que yo he hecho en mi vida. Tiene un  conjunto de cosas que la hacen muy atractiva. El paisaje la primera de ellas. El riesgo que supone su recorrido la segunda, la dureza del recorrido la tercera. El inmenso manantial que da caudal al rio Urdón y al canal de la central de Urdón. Podemos seguir.
La ruta la hemos hecho subiendo por el canal. Hay personas que nos han aconsejado hacerla al revés. No lo tengo nada claro. 
Nuestra salida es de la central de Urdón. El lugar clásico para subir a Tresviso. Caminamos la por la senda hasta cruzar el puente que se encuentra detrás de la central. Unos metros más adelante, hay un camino que sale, en sentido ascendente, un  camino, sendero. El nuestro.
Por el murete del canal se 
Camina. Ayudate de la baranda
de cable
La ventaja de este camino es que, a lo largo de la subida hasta Tresviso, a nosotros nos llevó seis horas, siempre está marcado. No es muy utilizado, pero se emplea y ello hace que se conserve su trazado.
Por esa subida, fuerte, subimos hasta el canal, unos metros más delante de la cámara de carga. Vamos a ver la central desde arriba espléndidamente, vamos a ver las primeras curvas de la senda de Tresviso. Si miramos hacia arriba vemos la tubería desde la cámara de carga, prácticamente vertical. Hay escaleras adosadas a la misma.
Hacemos curvas en Z, pasamos por debajo de goterones de aguas filtradas o que se escapan del canal, comprobamos que este camino es el que usan los servicios de mantenimiento del canal para los trabajos que le corresponden.
Si tienes vértigo, no vengas 
Así de esta manera llegamos al canal. No pegamos con el mismo y con una valla de “gallinero” que impide que nos caigamos. Extrañamente con lo que luego vamos a comprobar por toda la ruta, la malla está por el lado agua del muro del canal. General está por el lado aire. Caminamos por ese muro o cajero y llegamos hasta la boca del túnel en sentido aguas arriba. No encontramos el camino hasta que nos asomamos al interior del túnel y vemos que tienen una chapa de acero que nos permite cruzar el túnel por encima del agua. Me da la sensación de que, la empresa dueña del canal no ha tenido más remedio que asumir que los senderistas van a caminar. Es preferible facilitarles el paso que impedírselo. Un mínimo de seguridad es esta chapa, son las barreras de cable que hay en casi todo el canal, son algunos puentes que hay en el trazado del camino, son cosas que se aprecia que han asumido y creo que debemos agradecerles.
Maravilloso el lugar, y a la veztemible. Un resbalón no tiene
secuencia
Lo dicho, cruzamos por dentro del túnel y salimos al exterior a caminar por encima del cajero. Hay algún puente que cruza el canal. Supongo que para animales. Luego, al bajar por la ladera opuesta, observo que un poco más arriba del canal, en esa zona, está el collado de Osina. Usando esos pasos sobre el canal, se puede subir a ese collado y caminar por la parta superior de la montaña hasta la vaguada de la vacas, por donde podremos bajar al canal de nuevo. Nos quitamos los riesgos que hemos padecido en el día de hoy a cambio de perder el placer de las vistas desde media ladera.
Al llegar al siguiente túnel, el sendero nos marca una subida de pequeña magnitud para evitar cruzarlo. Está perfectamente marcado. Luego otra vez a caminar por el muro del canal. Empezamos a estar incómodos por esta situación y, además con comienza a llover y el piso se pone algo resbaladizo. No mucho, pero si lo justo para coger algo de miedo. Yo personalmente tengo miedo con los giros y los enganchones. Pienso que llevo una mochila en la espalda y que el camino es un espacio de 40 cm. De ancho, con una barandilla. Como haga un giro brusco, la mochila puede chocar con la misma y tirarme al agua, que está circulando a gran velocidad.
Aunque ha empezado a llover no me pongo el poncho que llevó para estos casos. Me da miedo que el mismo, que es muy holgado, se enganche en algún lugar rígido, uno de los postes, cualquier cosa que me provoque un desequilibrio y me tire al agua. Prefiero seguir caminando mojándome. Cuando llegue ya  me secaré y me cambiaré de ropa. Para mí fue una media de seguridad.
Volvemos a bajar al canal, caminamos otro trecho por su cajero y otra vez a salir. Creo recordar que nos tocó descender unos 100 o 120 m por debajo de la cota del canal. No hay duda ya que el sendero está marcado. La ladera es vertiginosa. Una pendiente de unos 60 grados. Asusta cualquier patinazo o traspiés que pueda hacer que caigamos metros y metros.
Pero todo lo que baja sube, y viceversa. El camino volvió a subir al canal. Otro tiempo caminando por el canal y otro túnel. Aquí se aprecia que existe una pasarela anclada a la pared de roca. Tiene pinta de ser antigua y, sin embargo, se la ve sólida. Por criterio de seguridad, he procurado pasar de uno en uno, para que el peso no sea una circunstancia que pudiera provocar un accidente. Ya verdad es que asusta.
Sendero a cubierto. Mentira.Cae agua de la roca
La sensación de inseguridad la he tenido toda la mañana, caminado por encima del canal, bajando por la ladera, trepando por ella, circulando por una estrecha pasarela, vamos todo. Es algo que está asociado al senderismo.
La marcha es así toda la mañana, subir bajar, caminar por el cajero del canal, comprobar el camino, vigilar que no patines, trepar con ayuda de las ramas de los árboles y los troncos que te topas por el camino.
Hay dos o tres dificultades más que voy a comentar. Nosotros al menos tuvimos problemas. La primera fue encontrar el camino. En un momento dado, bajamos al canal. Era una pendiente fuerte, un puente y unas escaleras. Seguimos por canal y de repente, se hace el cajero más estrecho. Han construido un bordillo sobre el mismo para poder elevar la lámina de agua. Ahora el ancho es solo el de un pié. Así llega al siguiente túnel. No hay barandilla y hasta ahora siempre la ha habido. Lo pensamos, nos hemos equivocado de camino. Muiremos en el GPS  y nos encontraos que toda la traza se vuelve loco. La presencia de paredes muy verticales hace que las lecturas sean muy erróneas. Las dos rutas que llevo grabadas marcan que hay que bajarse del canal unos cuantos metros hacia abajo. Y no lo encontramos. Andamos adelante y atrás y estábamos pensando en volver cuando vimos el típico huito de piedras amontonadas y una pintura roja en un tronco de un  árbol. Ese el nuestro camino. Cuando miras al suelo, efectivamente, el sendero está ahí. Y solo queda seguirlo. Baja vertiginosamente. Baja y baja lo cual asusta ya que luego hay que volver a subirlo.
Uno de los pasos, sendero
estrecho, descendiendo
La segunda dificultad fue cruzar una zona ancha de bajada de agua. Está muy resbaladizo. Parece que hay agarraderos, pero menos de lo que realmente es. Nosotros buscamos a cota inferior un cruce más estrecho para minimizar el riesgo de patinazo y caída. A pesar de todo tuvimos que cruzar esa zona a cuatro patas.
La tercera dificultad ya es genérica y no puntual. El sendero es estrecho, en general resbaladizo. Hay que ir siempre con mucha seguridad, agarrándote a lo que puedas: el cable en el canal, ramas de árboles, troncos, lo que puedas.
Hay que bajar el canal al menos 3 veces y otras dos pasar por encima de él. El GPS se vuelve loco y no recoge bien la señal del satélite, con lo cual las coordenadas no son fiables al 100%. Esa es una dificultad. La ventaja es que el sendero es único y está muy pisado. A veces cuesta encontrarlo, pero está SIEMPRE, no lo dudes.
Hemos cruzado por encima de dos pasarelas ancladas a la roca, al menos 3 puentes de una ligera losa de hormigón. El primero de ello, asusta ya que el rio ha excavado una grieta de más de 20 m de profundidad. A la izquierda de ese puente, hacia aguas arriban hay una cascada con el agua que rebosa del canal espectacular. El agua sale en una zona difuminada en el aire. Si hubiese sol seguro que nos permitía un bello arco iris.

Con esta forma de actuar seguimos y seguimos hasta llegar al nacimiento del rio y del canal. Se trata de una cueva por donde mana todo el agua que se ve en el canal (hemos estimado mas de 3 m3/SEG) y encima rebosa otro tanto. Al inicio del canal hay una compuerta que regula la entrada de agua en el mismo. Si entra más, rebosará en muchos lugres de forma incontrolada y puede provocar erosiones que no son convenientes. El vertido de las aguas es espectacular, un labio fijo horizontal de más de 15 m. de largo, con caida resbalando sobre la roca, todo el agua emulsionada con el aire, blanca, enorme, ruidosa, …
La senda de Tersviso, vista
desde el Canal, enfrente.
Esta vez no hemos entrado en el manantial, En otra ocasión me acerque a la surgencias, pero es todo negro cual boca de lobo. Allí no se distingue nada de nada. No hemos hecho el esfuerzo de saltar una valla para colarnos en donde nada hay que ver.
En este punto, ya se ha acabado el miedo y los riesgos de grandes caídas. Nos cambiamos a la ladera de enfrente y comenzamos la subida a Tresviso. Nos queda subir desde aproximadamente la cota 430 a la cota 930. 500 m en menos de 4 km. Seguir el sendero, siempre ascendente. Como el GPS está despistado en el campo no se las distancias y las cotas reales, pero estimo haber subido más de 1000 m. al llegar al nacimiento del rio Urdón. Estos 500 han sido mortales de necesidad. Ya en un prado he tenido la necesidad de parar para dejar relajar los músculos de las piernas. Los calambres eran muy dolorosos y me impedían andar.- Este ha sido el sino del resto del día.
La subida es un por un estrecho sendero, A veces roca, a veces prado. Pasas por una cabaña derruida y llegas a un camino ancho, para carros. Lo cruzas y llegas al mismo camino más arriba en una zona hormigonada. Estamos cerca de Tresviso y zona habitada. Es necesario este hormigón para evitar los patinazos de vehículos todo terreno en esta zona de muy fuerte pendiente.
Puente de acceso al manantial. Esa sombra
a la 
derecha del puente.
Enseguida llegas a la carretera de acceso a Tresviso y a las primeras casas. Comienza el descenso. Ya hemos subido todo. El sufrimiento mayor ya ha acabado Llevamos 6 horas caminando, prácticamente sin parar. Sólo nos hemos cruzado con dos personas en el camino, iban en dirección contraria, con intención de salir por Bejes. También tienen una muy buena subida.
Espectacular vertido de las aguas
en el inicio del canal hacia el río Urdón
En este pueblo, el bar es la parada obligada. Hemos parado a recomponer fuerzas. Nos ha llovido un rato largo estábamos todavía algo mojados y nos hemos quedado en la calle, a tomar el ligero sol que sale. Allí hemos comido nuestro bocadillo y una ración de queso picón de Tresviso, junto con las consabidas cervezas con limón. Cuanto hay que esforzarse para poder disfrutar de estos ratos, estos  manjares y estas bebidas.
Ya con el cuerpo más sereno, volvemos a cargar las mochilas y echamos a caminar hacia Urdón, por la ruta clásica. No tiene más dificultad que descender por ella durante hora y medio o dos horas.
Desde la ladera de enfrente se observa el
Canal y el sendero por debajo él por
donde hemos caminado
Al llegar abajo y subir la pequeña rampa del puente de arco, los calambres volvieron a aparecer. Es increíble, un  cambio de descender a ascender sólo 2 m de alto fue suficiente para que los músculos de mis piernas se quejaran y dolieran, mucho.
Así con estas llegamos al coche, aparcado junto a la carretera de Potes. Cambio de ropa, cambio de botas, relajamiento de músculos, bueno todas esas cosas.
Solemnemente recordarte que esta es una ruta complicada, difícil, no apta para gente que padezca vértigo. Tiene mucho peligro de caídas de gran desnivel. NO TE METAS EN ELLA SI NO ESTAS DEBIDAMENTE PREPARADO FÍSICA Y MENTALMENTE.

De veras, que lo disfrutes.

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