Teníamos ganas de hacer una
vuelta por la desembocadura del río Besaya. Para ellos nos hemos aprovechado de
que han puesto un servicio de transporte entre Suances y Chuchía y Viceversa.
Hemos llegado a Chuchía pronto,
con intención de recorrer unos 19 km hasta Suances y volver en la lancha de las
12,30. Nos ha sobrado una hora al final. Se camina muy bien, El camino es
fácil.
La pasarela sobre las dunas de Cuchía |
Hay que subir un pequeño repecho para
llegar a la pared de los frentes de
cantera y poder contemplar los resultados de las excavaciones que han dejado,
ahora cubiertos de vegetación y de lagos, y hacemos una idea del volumen de la
piedra que se extraído de aquí. Mirando hacia la ría podemos ver la desembocadura
del Besaya y contemplar con otra perspectiva las playas de Suances.
Bajamos a nivel de la ría a los lugares
en donde estuvo la planta de aglomerado y las instalaciones de machaqueo, el grupo
electrógeno, la salida de las vagonetas colgadas del cable en dirección a la fábrica
de Solvay, las oficinas de esta empresa, …. Por aquellos lugares pasé mucho
tiempo.
Una vista de la ría de Suances. Al fondo la playa de la Ribera y el Puerto |
Estas tuberías trasportan lodos
al mar y desembocan en un emisario submarino en las proximidades de la Playa de
Usgo. Las tuberías están calientes por el producto que llevan.
El cruce las vías. Al fondo la fábrica de Solvay |
Allí, hubo que cruzar la vía de FEVE,
de mala manera. Mirando bien que no llegase ningún tren perdido. La ventaja es
que hoy es domingo y las circulaciones ferroviarias disminuyen a la mitad de lo
habitual. Caminando junto al río Cabo llegamos a la carretera nacional y por
los arcenes y aceras llegamos hasta Barreda. Allí giro de nuevo en nuestra
trayectoria en dirección a la Suances. Hay que cruzar la vía por el paso a
nivel, pasar por delante de la Puerta Principal de Solvay y cruzar el río Besaya
por el denominado Puente de la Barca. Allí caminas un poco el arcén de la carreta.
Ya son las 10 de la mañana y hay tráfico importante. Hay que “jugarse” un poco el
tipo por la ausencia de acera. Caminamos por la izquierda la carretera hasta legar
al puente. Nada más cruzarlo nos tiramos hacia bajo al carril bici o “senda ciclable”
se ha construido como camino de servicio de los colectores gen3erales del
sistema de saneamiento de Saja Besaya. La verdad es que es un camino comodísimo.
Asfaltado. El mayor inconveniente es que se comparte entre ciclistas y
peatones. Hay algunos ciclistas que pretender circular a velocidades excesivas
para el uso compatible entre peatón y bici. Algunos se enfadan por que ocupábamos
todo el ancho.
El camino nos llevó por la orilla
de la ría, a Hinojedo. Pasamos junto al campo de fútbol del Minerva. Está
vallado pero se ve el partido desde cualquier lugar. No tienen que cobrar entrada.
Inmediantamente llegamos a las instalaciones
fabriles de Asturiana de Zinc. Aun, a pesar de ser domingo, se notaba que había
vida en esas instalaciones. No se ve gente, pero se oye los ruidos de los motores
y los zumbidos de la actividad. Se observa el vertido de aguas a la río, los
tubos que absorben agua de la misma, se ve vida en fin.
Pasamos por los antiguos
tinglados del puerto de Hinojedo. Ya no queda nada útil. Hasta allí llegaban en
ferrocarril desde Reocín y de su mina los trenes con minerales que se cargaban
en los barcos que subían por la ría de Suances. La fábrica actual ya se empleaba
en la época de funcionamiento de la mina
ya que allí algunos de los productos se elaboraban allí.
Antiguos tinglados de carga de la Mina de Reocin |
Al final de la vuelta a esta instalaciones llegamos al actual punto de vertido lleno de patos y animales similares. Se
comprueba, de esta manera, que de la EDAR aun salen nutrientes para que estos
animales y los que no vemos nadando en el agua puedan vivir y crecer.
Las marismas de Vuelta Ostrera |
Pasarela sobre la ría. |
Poco a poco, seguimos caminando,
con alguna pequeña subida y bajada, llegamos a Suances. Entramos por el final de la zona urbanizada. Allí, donde hace
años estuvo el tiro (lugar en donde se hacían prácticas de tiro con armas).
Seguimos caminado por la orilla de la ría, por las playas de la Riberuca, hasta
llegar al puerto.
Comprobamos que la hora de salida
del barco era a las 12,30 y, como teníamos tiempo, nos fuimos a tomar una
cerveza con limón. Habíamos salido pronto, habíamos sudado ya que el sol calienta
en Agosto, y había que reponer líquidos. Al final unos 18 km. en menos de 4
horas. Se camina muy cómodamente toda la vuelta.
Que lo disfrutes.
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