"MI CAMINO LEBANIEGO". ETAPA 1. SANTANDER SANTILLANA




RUTA


Teníamos o queríamos, no sé, hacer el camino lebaniego entre Santander y el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Lo hicimos, entre el miércoles 24 y el sábado 27 de agosto del año 2.016. Así en cuatro días, sin  parar a una media de más de 30 km al día.
Lo hemos hecho este año ya que opinamos que el año 2017, que será año jubilar, el camino estará demasiado lleno de peregrinos que ocuparán y llenaran tanto el camino como los albergues.
El camino
Nosotros hemos hecho nuestra ruta, tratando de acortar el camino y tratando de acortar el desnivel en lo posible, para, de esta manera, minimizar el esfuerzo a realizar. Lo hicimos en 4 días por las distancias que nos encajaban bien con los albergues y lugares de pernoctación previstos. Prácticamente a 3’0 km unos de otros. Es una distancia importante, pero no infranqueable.
Lo peor de estos cuatro días ha sido pisar asfalto. Estamos acostumbrados a hacer senderismo. Caminamos bastante. No solemos hacer distancias tan largas. Sin embargo un poco de entrenamiento las semanas anteriores caminando unos 10 – 12 km. dos o tres veces por semana nos ha permitida hacer el trayecto sin mayores inconvenientes y sin una cantidad excesiva de agujetas. Digo que lo peor el asfalto y es porque nos ha provocado ampollas en los pies. Ampollas que se van acumulando y aumentando de tamaño y que, al final del trayecto, nos ha dejado unos cuantos días sin caminar y sin movernos. Tirados en casa.
También ha sido un óbice el calor. Estamos a finales de agosto y no falta. El último día hemos caminado a 34 grados llegando a Potes. Los días anteriores no se han quedado mucho a la zaga. Al menos no ha llovido que hubiera sido peor.
Voy a repasar las cuatro etapas.

ETAPA 1. SANTANDER – SANTILLANA DEL MAR. 24.08.16
Nosotros hemos salido del campo de fútbol del Sardinero. Hemos avanzado por la autovía S20 en dirección a Oviedo, hasta la rotonda justo antes de entrar en el túnel. Este tramo tiene toda la acera a ambos lados de la autovía.
Al llegar a esta rotonda nos metemos hacia las gasolineras de la Albericia y caminamos por la carretera entre ellas. Hay algún tramo sin acera, pero bien. Entramos en el barrio de la Albericia y vamos por delante de las instalaciones de entrenamiento de Racing de Santander, por delante de la puerta del complejo deportivo de la Albericia y buscamos los terrenos del Parque científico y tecnológico, junto a la Autovía S20, ya en su tramo interurbano y sin aceras para los peatones. Por ahí no podemos caminar.
El Parque científico y tecnológico
Al cruzar el parque Tecnológico llegamos al final del mismo. Allí, al final de la barandilla de protección de la escollera, hay un sendero estrecho que nos lleva a un antiguo camino que aún está abierto en dirección contraria y que nos ha llevado junto al ferrocarril. Allí hay camino de servicio. Cruzamos la autovía por un paso inferior y nos metemos en caminos asfaltados de Bezana que nos ha llevado a la carretera entre Bezana y Sancibrián. Por esa carretera llegamos hasta la iglesia, giramos en dirección a la autovía. Pasamos por delante del ayuntamiento, cruzamos el ferrocarril y nos bajamos a caminar por el camino paralelo al mismo en  dirección al centro de salud y al hospital de Mompía.
Aquí buscamos la carretera de Boo de Piélagos. Estos dais está de obras y hay operarios desviando cables de telefonía. Ya este tramo es común con el camino de Santiago del Norte. Nos vamos en dirección hacia la vía, bajando. Cruzamos por un paso a nivel y seguimos bajando hasta llegar a Boo de Piélagos. En este pueblo hay un albergue particular junto a la Estación. Hay carteles que te dirigen a él. Por esta zona abandonamos el camino de Santiago. Nosotros buscamos la línea recta y vamos a cruzar por el puente del ferrocarril. Hay paso perfectamente por él, pero no está autorizado ese uso. Tampoco hay carteles, señales ni barreras que impidan el paso.
Volvemos a crear el ferrocarril por encima y nidos metemos por un camino paralelo al mismo. Otro cruce y estamos buscando el puente sobre la ría del Pas al que llegamos sin dificultad. Cruzamos la ría por ese puente y nos ahorramos más de 6 km  de esta manera.
Al otro lado está la estación de Mogro y la cantina de la estación. Una parada de avituallamiento ya que llevamos más de 17 km de marcha matutina. Hay que arreglarse los calcetines y repostar un poco de cerveza con limón y agua.
Seguimos por la carretera de Mogro a Mar. Tiene poco tráfico y en la Virgen de Monte de Mogro hay fiestas. Hay mucho coche aparcado y se ve poca gente. Estarán en Misa. Hay vallas preparadas para una carrera ciclista que no vemos. Como no hay nadie, nadie nos aplaude.
El paso a nivel de Boo de Piélagos
Carretera y más carretera. Asfalto y más asfalto. Así llegamos a Bárcena de Cudón y buscamos el cruce a la carretera de Miengo a Mar, que nos ha permitido meternos fuera de las carreteras y proseguir por el camino de servicio de las tuberías de Solvay. Nos hemos juntado  al camino de Santiago, pero hemos pasado de él. Vamos por nuestro camino. Ellos cruzan por la estación de Requejada, por una pasarela que construí yo, y buscan el albergue de Requejada. Dejan de lado otro albergue municipal que hay en Rolisas. Ellos siguen por la carretera y nosotros seguimos por la tubería hasta llegar a la fábrica de Solvay. Allí, antes de pegarnos con la puerta, cruzamos el ferrocarril de FEVE y por el camino de acceso a una estación de bombeo del sistema saneamiento del Besaya llegamos a la carretera nacional. Vamos a caminar por ella, conjunto con el camino de Santiago, hasta llegar a Barreda. Cruzamos la vía del ferrocarril. Nosotros aprovechamos el paso a nivel.
Llegamos a un tramo sin aceras y con mucho tráfico. El semáforo para crear y poder caminar por la  izquierda, se pasó dos minutos sin ponerse en verde. El botón apretado y no cambiaba. Al final lo rebasamos hartos de esperar. Ya digo, a caminar por la izquierda sin protección alguna hasta llegar al puente sobre el Besaya y cruzarlo.
Cruzando sobre la ría de Mogro.
Son las 14,30, llevamos 6 horas caminando, unos 18 km, y tenemos hambre y sed. Paramos en el hotel Cueli, a comer algo, beber algo y descansar de nuestra caminata. Mucho parroquiano local jugando la partida de cartas de despues de comer. Otros tomando el blanco de la mañana mirándose entre ellos, bebiendo y sin decir palabra.
El reposo nos vino bien. Arrancamos como motos carretera adelante en dirección a Santillana. El camino de Santiago se mete por Camplengo que hay menos tráfico. Nosotros seguimos por la carretera principal que aunque tiene tráfico tiene un amplio arcén que nos permite caminar sin excesivo peligro.
Así, hasta pasar Queveda, ya en mitad de la cuesta de las quintas. Nos encontramos con Félix, un buen amigo que salía con su pareja de un restaurante, aprovechando que estaban de vacaciones. Un rato de charla para mitigar el esfuerzo de subir la cuesta de las Quintas.
Poco más de esfuerzo y llegamos a Santillana. Justo acaba de marchar el autobús. Hicimos que tocaba hacer. Llegar al cruce de Santillana y ver un poco el Pueblo: la colegiata, la calle Cantón, la Plaza, los turistas,…
Nos salimos y nos fuimos a la zona del Revolgo a sentarnos y reponer líquidos. Otra cerveza con limón. Esta bebida junto con los aquarius nos ha mantenido vivos estos cuatro días.
Vamos a decir que hemos hecho trampa. Estos días se publica ene l prensa local que hay muchos, demasiados peregrinos haciendo el camino de Santiago y los albergues están ocupados al máximo. Decidimos cortar por lo sano y hacer esta primera etapa, en principio la más larga sin mochila y pedir que nos vinieran a buscar para volver a dormir a casa. Eso hemos hecho Reyes ha venido, nos ha recogido y nos ha aparcado en casa, con nuestras comodidades y facilidades. Mañana será otro día.

Comentarios