"MI CAMINO LEBANIEGO". ETAPA 3. SAN VICENTE - LAFUENTE


RUTA

Teníamos o queríamos, no sé, hacer el camino lebaniego entre Santander y el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Lo hicimos, entre el miércoles 24 y el sábado 27 de agosto del año 2.016. Así en cuatro días, sin  parar a una media de más de 30 km al día.

ETAPA 3. SAN VICENTE DE LA BARQUERA LA FUENTE. 26.08.16
Como toda esta aventura tiene su historia. Nosotros hacemos el camino por la ruta más asequible. Cuando he buscado por internet la ruta mejor por  la que ir he tratado de buscar la línea recta. El camino oficial nos lleva por la senda del Nansa. Es un  lugar encantador, pero nos mete unos 4-5 kilómetros más. Hemos ido por lo derecho.
También he buscado una ruta por el llamado collado de Arria. Se trata de un sendero por la montaña entre Cades y el Collado de Hoz. He encontrado este camino grabado en Wikiloc y he preguntado al autor del track cuál era su opinión. Como siempre en estos casos, no contestamos ni sí ni no, sino más bien todo lo contrario.  La respuesta agradecida a José Luis Bustamante es la siguiente:
Dejamos San Vicdnte de la Barquera
"El camino es asequible, pero el desnivel mayor. Desde Cades al collado de Arria hay un camino empedrado un poco incómodo si está mojado, la bajada de Arria al collado de Hoz es un sendero bien marcado, pero de montaña."
En vista de la respuesta decidimos hacer el camino por la ruta “normal”, es decir por la carretera. Con todos estos mimbres hemos decidido hacer la cesta y comenzamos a caminar.
Ayer quedamos en casa de mi hermana Isa, cerca de la Playa. De allí salimos por la carretera de la ría, junto al Camping y la playa de la ría, en dirección al puente de la Maza. Al llegar al pueblo, subida fuerte por camino asfaltado buscando la ruta prevista en el track, que está bien diseñado. Enseguida salimos de San Vicente y nos metemos por caminos rurales hasta llegar a cruzar por un puente sobre la autovía
Un poco más adelante, también por un paso superior, cruzamos el ferrocarril del cantábrico y llegamos al pueblo de la Acebosa. Hasta ahora vamos bastante acompañados a estas primeras horas de la mañana, por caminantes del caminado de Santiago.
Abanilla, Ya aparecen conjuntas las marcas del
Camino de Santiago y del Lebaniego
Decidimos aquí hacer una variante. El camino de Santiago, y el nuestro, se dirige a la izquierda a través de una pista forestal. Nosotros nos metemos por la carretera hacia el Hortigal. Es una carretera con muy poco tráfico y no nos ha preocupado caminar por el borde de la misma. Nos volvemos a juntar con el camino de Santiago. Ellos, en el Hortigal, se desvían a Estrada, Serdio y… siguen su camino.
Nosotros cruzamos el pueblo por “atajos” y volvemos a salir a la carreta en dirección a Gandarilla. Una carretera muy tranquila, sin duda debido al poco tráfico que genera este pueblo.
En Gandarilla, al final del pueblo, hay un bar en el que hemos parado a reposar el cuerpo antes de comenzar la subida a Bielva.
Entre Gandarilla y Bielva. Por dentro del
eucdaliptal
Hasta aquí llego la carretea, de momento. Despues del descanso, ascensión. Camino con fuerte pendiente que poco a poco se va desdibujando, incluso casi desaparece y nos ofrece la posibilidad de meternos por una antigua pista de saca de madera bastante sucia de vegetación, sin embargo asequible.
Un rato por ella subiendo a pleno sol y agotando el agua que levamos sobre nuestras mochilas. El camino está sin sombra aunque debió tener eucaliptos a sus márgenes. Salimos al punto alto y comenzamos la bajada al pueblo de Bielva, cuesta abajo. Llevamos un rato largo subiendo y ahora toca bajar. Se va por caminos algunos de ellos asfaltados y algún pedazo roto, dejando el paso justo para un senderista. Un argayo.
Llegamos sobre las 12,30 a Bielva, con mucho calor y sed. Buscamos algo y en casa César, un clásico venido a menos, nos proporcionan un bocadillo que subo a gloria. Algo de fruta que llevábamos y la compra de COMPEED e ibuprofeno en la farmacia del pueblo nos llevó camino adelante. Seguimos bajando por un atajo hacia Cades. Este atajo lo acaban de limpiar y sorprende encontrarse esas escaleras tan rectas y tan largas en la ladera de bajada, desde la ermita del Cristo de Bielva hasta la carretera.
La bolera del Zurdo de Bielva
En Bielva pasamos por la bolera en donde jugó sus partidas el “ZURDO DE BIELVA”, según cuenta excelente y mítico jugador de bolos y además abuelo de mi amigo Adolfo, Fito para los Amigos.
En Puente el Arrudo hay instalada una caseta de información turística. Veíamos al empleado, un joven. Algo aburrido y paramos a charlar un rato con él. Ya nos habló del hospitalero de Lafuente, una persona singular a la que luego conocimos. Buena persona como luego nos demostró.
Bajando de Bielva a Puente el Arrudo
Hemos seguido a pleno sol y calor. Por el borde la carretera, buscando la poca sombra que nos dan los árboles. Así hasta llegar a la Venta de Fresnedo. No hay fuente y no tenemos agua. En una casa vemos muchos coches y pedimos de beber. Les faltó tiempo a todos los habitantes de la casa para salir al porche a acometer el divertido deporte de la charla por que sí. Por disfrutar de ella. Bebimos todo lo que quisimos y llenamos nuestras botellas. Pero lo nuestro es seguir el camino hasta Lafuente. Carretera adelante. Hay unos pasos estrechos en la carretera, con acantilados a ambos lados de la misma, hacia abajo y hacia arriba. Vemos a gente pasear por la cimbre de la montaña. Parece ser que es la sierra de Arria.
¿hay que decir que es?
Llegamos al cruce y tomamos dirección a Lafuente. En la localidad de Sobrelapeña preguntamos y nos contestaron que la única tienda que hay es en Quintanilla. Jesús está fundido y sigue en dirección a nuestra meta. Yo vuelvo a compra alguna vitualla para pasar la tarde hasta la cena y algún repuesto más, como pilas para el GPS que ya estamos al borde del agobio. Ello me metió unos 3 km de más.
Con los deberes hechos vuelvo a retomar el camino hacia Lafuente. Este desvío no está en el track que se adjunta.
Una subida suave y constante, a pleno sol de las 5 de la tarde que te aplana. Llego a Lafuente. Pregunto dónde está el refugio y me dicen que hay que cruzar todo el pueblo. Contemplo la bella iglesia Románica que esta junto a la carretera y, poco a poco, llego al albergue. Se trata de las antiguas escuelas remodeladas para ser albergue de peregrinos. Lo acaban de arreglar el pasado año, con lo cual está en  perfecto estado.
La Iglesia de Lafuente
El hospitalero, ¿Milhaus? Es polaco y vegano. Le habíamos llamado y nos esperaba. Descansamos cada uno a nuestro modo. Una buena dicha y limpieza. Una cerveza y una magnifican cena. No sé qué era. Si era totalmente vegetariana. Muy especiada. Nutritiva y agradable al paladar.
Pronto a la cama que mañana es día de escuela. Milhaus nos propuso una variante al camino de mañana por la canal de los Francos. Mañana hablaremos de ella.

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