Fotos
Ruta
El otoño en nuestros hayedos es algo
digno de contemplar. Procuro todos los fines de semana de esta época del año
escaparme a recorrer algunos lugares en los que los colores rojos, ocres y
marrones relucen, sobre todo si hay sol. Hoy nos faltó eso, precisamente el
sol. No hizo frío ni llovió. Eso fue lo mejor.Haya en su momento mas bello |
La fruta es muy fácil. Se sale de
Ruente. Una vez cruzado el pueblo en dirección hacia Saja, hay un camino, en
principio asfaltado, hacia la derecha de la carretera. Te puedes meter por él,
un kilómetro más o menos. Hasta que se acaba el asfalto. Luego el camino es de tierra
y piedra. Hay coches que circulan por él, pero al monte vamos a caminar. Nos
hemos cruzado con varios cazadores que iban a lo suyo. Hoy nos decían que iban
a la sorda. Arriba de la marcha nos encontramos con uno que nos mostró un ave
que habían cazado.
Otoño dentro del bosque |
Justo cuando acaba el asfalto
cruzas un puente y allí hay espacio para poder aparcar sin problemas. A partir
de aquí, por ese camino que sube de manera constante con poca pendiente
llegamos a la entrada del sendero de los árboles singulares. Hay que hacer
algunas reseñas. No te pierdas todo lo que ves por el camino. Hay árboles
llamativos por todo el camino, Hay vegetación impresionante por todo el camino.
Vete en silencio, Puede aparecerte algún jabalí o algún venado. Todo es
posible. Vas a cruzar varios puentes. En un cruce hay que tomar hacia la
derecha. Está todo bastante señalizado y no tienes pérdida.
"El abuelo" asomó por detrás de otro árbol enorme |
En una curva de 180 grados,
aparece un cartel grande y es la entrada al sendero, dentro del bosque, que nos
lleva a los verdaderos árboles singulares por su enorme tamaño y diámetro de tronco.
Hay varios nombres: el cubilón, el abuelo, el belén,… Nos da lo mismo. Nos
encanta el bosque.
El sendero por aquí está bastante
perdido, sobre todo si vas en otoño. Las hojas caídas tapan todo vestigio de
pisada. Hay algún poste por ahí perdido y llegas de si eres capaz de revolver
lo suficiente. Disfruta de agacharte por debajo de las ramas, a la sombra, mira
a tu alrededor, contempla y busca los árboles que tapan el bosque. Si sigues mi
ruta, sigue la de vuelta ya que en la de ida me perdí un poco. Tampoco tiene
pérdida. Siempre caminar a media ladera. Vas a caminar unos 500 m por dentro
del bosque, pisando directamente la tierra. Acércate a la naturaleza.
el grupo dentro del "belén" |
Cuando hemos acabado de ver y contemplar
los árboles hemos salido hasta el punto de entrada en el sendero. Otra vez la
pista. Seguimos caminando por ella en dirección ascendente hasta llegar al
collado de Monte Aa. Si seguimos por el un poco más llegamos a vislumbrar
Carmona y podemos bajar hasta este pueblo.
Jesús junto a "El Abuelo" |
Desde el collado nos apareció el
Cornón de Peñasagra y toda su sierra. Nevada. Estaba espectacular. Hay alguna
foto que lo atestigua. Un poco más de aire nos hubiese dejado la atmósfera más
limpia, pero,… es lo que hay.
EL descenso es por la otra margen
del arroyo de Monta Aa. Al principio un poco de vegetación, pinos
fundamentalmente. Luego nadie. Luego nada. El valle verde y la ladera de
enfrente, la que cae de la sierra del Escudo de Cabuérniga. Allí, entre toda la
masa de bosque, están nuestros árboles singulares que no destacan por altura,
por lo que no se aprecian.
El cronón de Peñasagra nevado |
Descendemos, quizás ya un poco hartos de tanto descender, hasta llegar al
cruce del principio y recorrer los últimos metros hasta llegar al coche.
Nosotros hicimos la caminata en
una mañana. Llegamos antes de las 9 y acabamos sobre las 13,30. Quizá un poco
rápido. El camino es cómodo y, aunque se sube un interesante desnivel, al hacerlo
con una pendiente baja, 6 – 8 % se hace bastante fácil el camino.
Que lo disfrutes.
Comentarios
Publicar un comentario