LOS DINOSAURIOS DE COLUNGA. 04.12.16

RUTA
FOTOS


Hoy nos hemos sentido con ganas de hacer un “desplazamiento largo”. Nos hemos ido desde Santander a Colunga, unos 140 kilómetros fáciles por autovía. En poco más de una hora estábamos en la playa de la Griega. Allí hemos aparcado el coche y comenzado a caminar.
Pilares de hórreo
Nuestra ruta tiene la intención de ir y volver por diferente camino. Lo auténticamente espectacular está en la costa. Sin embargo, nos hemos metido por el interior. Hay una montaña que separa la costa de Colunga. Nos hemos metido por caminos rurales, pistas y caminos de mies, en dirección a San Juan de Duz. Desde ese pueblo a Güerres. Dos pueblines, totalmente rurales. Prados y en los pueblos ganaderos hacendosos  de sus trabajos. Lo que más nos ha llamado la atención es la profusión de hórreos.
Como hace un día claro y bello. Alguna niebla en el horizonte y por debajo de las laderas de la sierra del Sueve. Nos vamos acercando a la playa de La Isla. Se empiezan a ver buenas casas veraniegas, con grandes y amplias fincas, muy cuidadas. En la isla llegamos hasta la playa. Son las 11 de la mañana. Estamos en invierno. El sol no se levanta mucho en el horizonte y nos da a contraluz y nos permite hacer bonitas fotos de la playa, con sombras y reflejos amplios.
Hórreo en La Isla
Seguimos con los nuestro y buscamos la vuelta por la costa. Enseguida, bordeando una casa y siguiendo los mojones del deslinde marítimo, encontramos un sendero que nos lleva por encima de los acantilados. Lo primero con lo que nos encontramos es con unas excavaciones que dicen que fueron trincheras defensivas de costa de la época de nuestra guerra civil. Nos lo creemos.
La Playa de la Isla
Seguimos caminando. Nos metemos por caminos y buscamos la costa. En lugar hay que saltar una tapia de piedra. Tiene ya construida con piedra escalones para poder cruzar con comodidad.
Seguimos bordeando todos los entrantes y salientes de la costa. Vemos algunas casas que antes hemos visto por la parte sur, ahora vemos la norte. El sendero nos lleva por los acantilados a salir a un camino por el que cabe poco más que un carro. Como lleva nuestra dirección lo pisamos y seguimos. La montaña que hemos citado antes la vemos enfrente y, por ese camino, la ascendemos, Un desnivel  de 100 m. aproximadamente, pero con una pendiente infernal, de las que hay que agarrarse los tobillos. Está con mal firme, pero se sube, poco a poco, sin prisas pero sin pausas.
Lo bueno es que subes y bajas por dentro de un eucaliptal y hay sombra. Aunque estemos en invierno la temperatura es buena y se suda. Al llegar arriba, un poco de camino con poca pendiente y volver a bajar, con gran fuerza. Agarrándose de nuevo los tobillos para no caerse. El bastón ahora es muy interesante su uso.
Recorriendo los acantilados
Al bajar vemos un cartel que nos dirige a un mirador sobre el acantilado de la costa. Hay una mirada excelente hacia el oeste, hacia la localidad de Lastres. Para salir del mirador hay que subir otro poco por el mismo camino y volvemos a bajar por la ruta que llevábamos. Lo cosa comienza a ponerse más civilizada. Hay unas escaleras de madera, con mirador, con barandillas con todo que nos lleva a la playa, justo encima de las huellas en la estratificación de los dinosaurios.
Se trata de un par de huella de gran tamaño, unos 50-60 cm de diámetro que los geólogos han interpretado como huellas de dinosaurio. Debió ser un bicho enorme según las huellas eran de ese tamaño. Nosotros nos lo creemos.
Puedes salir de la zona por el mismo camino que traes, debajo del bosque. Nosotros cogimos el camino fácil y volvemos por la arena de la playa. Si estás en verano me imagino que será mejor por el camino, a la sombra y por no hacer el ridículo con la pista de senderistas ante los bañistas.
Las huellas de dino
Tranquilamente nos acercamos hasta el lugar en donde hemos dejado el coche, en el aparcamiento de la playa. Cruzamos el  río Liberdón, que baja desde Colunga por un puente, el mismo que hemos usado al iniciar nuestra marcha.

Que lo disfrutes.

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