FOTOS
RUTA
Salimos de Asón. Cruzamos por la zona
de Rolacia y directamente comenzamos a ascender. Al principio lo haces
prácticamente por el cauce del arroyo, Hoy está seco y se camina bien. Me
imagino que en días de lluvia sea imposible por el caudal de agua que desciende
por el arroyo. Hay que cruzar tres veces el cauce. Hoy en seco. Luego, por la margen
izquierda del arroyo nos metemos en el interior de un bosque por un sendero perfectamente
marcado. Se sube bien este primer tramo hasta llegar a unas cabañas. Algún
tramo en zigzag, pero siempre un bosque cántabro de hayas, espinos, castaños,…
Nuestros árboles autóctonos.
Seguimos subiendo, prácticamente a
campo través, buscando el collado de la Mina. Terrenos muy húmedos, casi turbosos.
La niebla parece que se va deshaciendo. Nos hemos encontrado con una piedra o mojón
con una raya vertical que, dada su posición, hemos pensado que se trata de un mojón
de división y separación de municipio.
RUTA
Nos dimos una buena paliza para
subir al Porracolina. Pero eso no fue lo peor, la travesía entre el Porracolina
y el Mosquitero se puso muy cara arriba. Este trazado no se puede aconsejar a
nadie. Hay varios tramos de paso muy difícil y peligroso. Nosotros estábamos
metidos en la niebla y nos guiábamos por dos rutas que llevaba en el GPS. Y aun
con esas hubo momentos en que no lo tuvimos nada claro. Igual un día despejado,
con visibilidad de lo que estábamos haciendo, hubiese sido mejor. No lo sé.
El sendero dentro del bosque |
Nosotros hemos subido en un día en
que el parte meteorológico daba nubes y claros. Vimos solo la nube y estábamos
dentro de ella. Niebla ligera toda la ascensión. A veces despejaba un poco y
nos permitía ver las laderas de las montañas frente a nosotros. Hay alguna foto
de ello. Algunas de las cabañas del Chumino conseguimos ver.
Nos acercamos a las cabañas de Entrellusa
y continuamos por praderías hacia las cabañas de Sotombo. Vemos algún que otro mojón
de PR ya muy viejo, pero puesto en su sitio.
Pasado Sotombo, entre la niebla
oíamos un ruido que no sabíamos si era una caída de agua o una corriente de
aire que movía las hojas de los árboles. Al final nos acercamos para contemplar
el nacimiento de una corriente de agua que caía directamente en Cascada de unos
20 m. de alto y se vuelve a perder filtrada en el terreno. Espectacular el
lugar que lo descubrimos por el ruido ya que la niebla no nos dejaba ver los
detalles.
La primera de las cabañas de Entrellusa |
Mar de Nubes. Asomando el alto de Papiones |
Al llegar al collado de la Mina
ya asoma, entre niebla nuestra primera meta, El Porracolina. Lo atacamos por el
sur. Hay sendero marcado y la meta se observa con facilidad. En ese momento de
la ascensión final, nos situamos por encima de la nube y contemplamos la
maravilla de un mar de nubes. Hacemos algunas fotos, por si da la casualidad de
que se disipen, y seguimos subiendo hacia el cerro, la cima del Porracolina. Llegamos
enteros y verdaderos para contemplar el espectáculo del mar de nubes en todas
direcciones. Lo más espectacular en dirección sur en donde se observa,
emergiendo por encima del mar de nubes, el Picón del Fraile y su base militar,
el Castro Valnera y algunos de los picones que hay en su proximidad (el pico de
la miel, alto de las corvas …)
Hacia el Noreste llegábamos, por
momentos, a ver el Mosquitero, nuestra ruta de descenso. Hacia el Oeste contemplamos
la Peña labra y los Picos de Europa, algo ocultos por la bruma. Los picos
cercanos de los Collados del Asón se vieron con precisión y nitidez total, los
otros lejanos…
Rebecos en la Peña Lavalle |
Tras comer algo y tocar el culo a
la bota, comenzamos a descender hacia el Mosquiteru. La primera bajada del Porracolina
algo difícil. Agacharse para bajar el centro de gravedad igual es conveniente.
En seguida cogemos la cresta y por ella caminamos en dirección al Mosquiteru.
Caminamos siguiendo la ruta que tenemos marcad en el GPS ya que la niebla volvió
a colarse en el terreno y nos impedía la visibilidad de los puntos de paso que teníamos
que seguir. Nos hemos encontrado con algún poste de señalización y hemos
llegado hasta el alto de Papiones. El camino es pisando turberas. Se observa perfectamente
que la vegetación y lo que hay debajo en el subsuelo es típico de este tipo de terrenos.
Aquí seguimos pasamos el alto de Papiones y la pendiente
comienza ser mucho mayor y, dado que estábamos medios en niebla y el suelo
estaba húmedo, imponía respeto. Pero teníamos que bajar.
Seguíamos por las dos rutas que llevábamos
en el GPS y el primer tramo fue complicado. Luego hubo otro peor, con un
retroceso, un tramo corto a media ladera
y un descenso en trepada, que imponía gran respeto.
Así, con esas llegamos al Mosquiteru.
Entre la niebla y el hecho de entra en
él en sentido contrario no lo reconocimos. Lo único que nos salió fue un fuerte
descenso, agarrados a las hierbas y siguiendo el track. No se veía y desviarte
del mismo podría suponer que acabases en un cortado sin pasividad de cruzarlo.
Los buitres buscando la térmica ascendente |
Así llegamos a una vaguada desde
la que, si hubiésemos tenido prismáticos, hubiésemos visto nuestro coche aparcado
en Asón. Nuestra intención era seguir una ruta directa hacia allí, pero no lo veíamos
nada claro. Eran las cuatro de la tarde y, aunque había levantado la niebla, no teníamos
nada claro la ruta a seguir. Y a las seis de la tarde se mete la noche.
Seguimos las normas de prudencia en montaña y descendimos por caminos conocidos
que son los que hicimos el día del Kilómetro Vertical del Mosquiteru. Lo cual
nos vino muy bien ya que, cruzando la roca caliza de la Peña Lavalle, vimos
tres rebecos unos 100 m que se dejaron fotografiar.
No podíamos acercarnos.
Este tramo de descenso fue por piedras
y rocas. Hay un sendero perfectamente marcado, con símbolos de PR blanco y
amarillo. Lo sigues muy bien el problema es que es sobre piedra y se te clavan sistemáticamente
en las plantas de los pies, que ya llevan un buen tute el día de hoy
El sendero entre Socueva y Val de Asón |
Cruzamos Lavalle, entramos en una
pista en Buzulacueva y llegamos situarnos encima de Socueva. Allí vimos unas bandadas de buitres que
buscaban la térmica para ascender en dirección a sus buitreras de noche. Descendemos
por el sendero, otra vez en piedra y rocas sueltas hasta este pueblo.
Ya estamos en zona civilizada y
son la 5,00 de la tarde. Pronto se hará de noche.
Bajamos por la carreta un rato y,
siguiendo las indicaciones de un paisano, nos metimos por un camino del pueblo
junto a una casa rosa que nos llevó a un sendero que cruzaba desde Socueva, prácticamente
horizontal, hasta Val de Asón. Sendero metido dentro del bosque. Bonito para
recorrer y sin ningún peligro.
En Val de Asón nos faltad e
cruzar el río, Podemos bajar por la carretera hasta el puente de la misma, o descender
hasta otro puente peatonal, que nos acorta el camino. Por él seguimos, ya casi
es de noche y estamos cansados. Llegamos así, subiendo desde el río a la carretera
de nuevo, al lugar en donde tenemos aparco el coche, junto al restaurante Río
Asón.
Para y cerveza con limón. Todo
tiene su premio.
Que lo disfrutes.
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