PICO SAN VICENTE. 28.01.16


Sendero de subida por en interior
de un encinar enano
Pico San Vicente, visto por la mañana desde
Ramales
Nos hemos acercado a Ramales de la Victoria por subir al pico de San Vicente. Desde esta localidad miras hacia el sur, en dirección a Soba. El pico que ves a la derecha es el Pico San Vicente. Una pare que está pidiendo ser escalada. La subida senderista es por la ladera sur del Pico. Una forma de subir más cómoda es desde Manzaneda. Allí llegas en coche y te quitas unos cuantos metros de desnivel de subida. Puedes llegar en coche hasta la casa en donde comienza la ascensión propiamente dicha y sales de la cota 485 hasta la cota 915. Nosotros hemos subido desde el Salto del Oso,  la cota 85. Nos hemos Metido 400 m más de desnivel.
Hemos salido de la zona del Salto del Oso. Es una antigua central eléctrica que cogía aguas del río Gándara, como si de un molino de tratase. Aprovecha un pequeño desnivel para generar energía eléctrica. Hay poco aparcamiento pero nos hemos arreglado.
Comienza el sendero de subida por el camino que lleva a Manzaneda  e Incedo. Es una subida fácil pero costosa. Hay tramos de gran pendiente. Es un encinar de muy poco porte que te lleva siempre en sombra hasta las proximidades de Manzaneda.
Por el camino vas a ver dos cuevas que te puedes asomar a verlas. No enseñan gran cosa, pero son llamativas. Ambas pueden servir de abrigo en caso de necesidad.
En la boca de la cueva
Dentro de una cueva
De esta manera llegamos a un conjunto de casas desde donde se sube al Pico San Vicente. En principio suave, cada vez un poco más de pendiente y al final trepar. No hay un sendero propiamente dicho, pero está marcado con pintas y con hitos de piedra. Si los sigues llegas perfectamente a la cima.
Pico san Vicente visto desde
Manzaneda. Nos faltan 500 m.
La subida es muy dura. Empiezas ayudándome con los bastones, pero al llegar al lapiaz los tienes que dejar ya que no te sirven. Te provocan más más molestia que ayuda. Es el momento de colocarse los guantes ya empezaras a apoyarte con las manos para trepar. No mucho pero si lo justo. El lapiaz es de calizas cortantes y apioladas, con lo que el aguante te viene bien. Como nota te indicaré que llevaba puestas unas polainas con un alambre por debajo de la suela de la bota. La pisada y las rocas cortaron el alambre.
Desde arriba las vistas panorámicas son bastantes. Se llega a ver perfectamente la Capital de la Región, Santander, se ve perfectamente Santoña y el Monte Buciero, el monte Candina, la zona de los aerogeneradores del sur de Soba, el Picón del Fraile,…. Estos picos estaban nevados y llamaban poderosamente la atención. Por el suelo se observan los valles de Arredondo, de Ramales y, sobre todo al sur el valle de Soba.
Original sistema para conseguir agua para
bebida de los animales
Tras reponer un poco las fuerzas, nos damos la vuelta por el mismo camino de subida. Yo pensaba que se iba a dar peor el descenso, pero fue bastante asequible. Había que ayudarse algo con las manos, pero nada excepcional. He estado en descensos peores.
Tomamos la decisión de no bajar hasta el camino y cruzar a media ladera en dirección oeste. GRAN ERROR. Nos metemos por medio del lapiaz durante un par de kilómetros más o menos, encima ascendiendo y descendiendo. Nuestras piernas ya están bastante doloridas del esfuerzo de la subida al Pico San Vicente y ahora les hemos metido ese tramo. Hemos bajado hasta la cota 660 o para volver a subir a la 815, buscando un paso y tratando evitar un bosquete cerrado de encinas que veíamos debajo. Nos ha costado mucho.
El Buciero y Santoña
Nos tiramos en picado hacia un prado en el que se veían vacas y caballos y desde él, pasando por senderos fáciles entre escajos hemos llegado al camino principal. Es el camino entre Rozas de Soba y Asón. Al menos así pone en el plano que llevo grabado en GPS.
Ese camino esta pavimentado, que no asfaltado y os lleva hasta cruzarnos con el GR74, el corredor oriental de Cantabria que, según la federación, vas desde Ramales hasta Reinosa en 8 etapas. Actualmente solo quedan dos etapas homologadas. El resto, esta incluida, están fuera.
Nosotros nos metemos por la llamada Canal de Ancillo o camino de San Pedro, que desciende desde la altiplanicie de Soba hasta Ramales.
El Picón del Fraile, peña Lusa y picos cercanos
Un tramo importante de esta canal, siempre en descenso, es por dentro de un hayedo. En esta época del año, pleno invierno, está sin hojas, no tan bello como el otoño, pero podemos ver las formas retorcidas de las hayas. Tronco-ramas horizontales que luego surgen de nuevo en dirección vertical. Lo recorreremos de nuevo con hojas o en la caída de la hoja. Seguramente será más espectacular en otoño ascendiendo dado que vas a contar luz.
Ramales desde El Pico. Se observa la desembocadura
del Río Gándara  en el Asón
El piso de esta tramo se comprueba que, en su día, debió de ser una importante vía de comunicación entre los valles. El trazado es fácil, no hay río ni peligro y siempre con una pendiente favorable, se muestras muchas piedras que debieron constituir el firme y que, ahora, están fuera de sitio por causa de la erosión superficial  y, por causa de que los arrastres del agua de escorrentía, se han llevado los finos que amarran entre sí las diferentes piedras. Incluso hemos visto algún canal para cruce y evacuación de las aguas de las cunetas.
Haya en la Canal de Ancillo
El camino de la Canal de
Ancillo
Al acabar este tramo salimos a otro camino-pista que nos va a llevar por la ladera norte del pico de San vidente en dirección al lugar en donde tenemos el coche. No tiene ninguna historia, más que ver la ladera, el pico y los valles de Arredondo y de Ramales.
Así llegamos a un cruce en donde se baja directamente a Ramales. Nosotros buscamos una línea directa a la zona del Salto del Oso. Hay que subir un poco y estamos cansados, pero seguimos por ello. Es una pista fácil, que se acaba, y tenemos que empezar a abrir y cerrar portillas para buscar el descenso. Hay algún camino cercado y algo que saltar, pero sin mucha dificultad. Es un descenso rápido por prados y caminos que nos lleva directamete al punto de salida.
Hemos caminado unos 18 km y subido más de 1.200 m de desnivel. En total hemos empleado casi 9 horas. Sin embargo, a pesar de los cansados que estamos, hemos disfrutado de lo que nos gusta. Estamos bien.
Que lo disfrutes.













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