RUTA
FOTOS
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Una cabaña pasiega típica. La techumbre de losas |
Esta es nuestra salida mensual
con el grupo de la AMPA del Colegio de San Agustín de Santander. Queríamos subir a los pozos de Noja tratando
de pisar el asfalto justo. Desde miera es demasiado asfalto y por ello nos hemos
acercado desde Esles de Cayón. Hasta allí vamos en coches y rebasamos el
Pueblo. Tenemos problemas para aparcar, pero es el peaje que hay que tener.
Caminamos por un camino
ascendente con mucha fuerza, alrededor de cabañas, hasta llegar a un collado.
Seguimos andando por otro camino asfaltado que nos ha llevado hasta la parte de
alta de un hayedo.- Ahora no se ve como tal. Estamos ene l mes de febrero en
pleno invierno.
Caminamos con luz y con sol. Hace
frío y los rayos de sol calientan nuestro cuerpo. Empezamos a sudar ligeramente
y comenzamos a quitarnos algo de ropa, los chubasqueros y cortavientos sobre
todo.
Las Esguinzas de Miera |
Al llegar al hayedo nos metemos
en pistas y senderos, rodeando montañas y acercándonos a los pozos de Noja.
Pasamos por el Pico Lindaro y tras descender un poco, llegamos al collado de
Edillo. Allí ya tenemos la divisoria de aguas entre el Pisueña –por el que
subimos – y el Miera. Al legar a este punto ya se está empezando a meter la
niebla y comienza a hacer un poco de frío y viento. El chubasquero vuelve a
hacer falta. Sin embargo, en se momento tenemos la mejor vista del día. Estamos
entre nubes y aparecen, perfectamente iluminadas por el Sol, las Esguinzas de
Miera, blancas de roca caliza, imponentes.
El embalse o pozos de Noja entre la niebla |
Seguimos nuestro caminar ascendiendo
de nuevo hasta un pico próximo que ya nos dio vistas a los lagos o pozos de
Noja. Bajamos hasta llegar a la presa y pudimos cruzarla sin ninguna
dificultad. Hemos podido comprobar que hay una fuga de agua a una cota aproximada
de 3 m por debajo de la coronación. No me gusta nada ya que puede provocar un
sifonamiento y arrastre de tierras, con el riesgo de formarse un tubo de agua a
presión, una erosión y la ruina de la
presa. Espero que tomen medias para evitar datos, sobre todo aguas abajo.
Desde allí, rodeamos los pozos y
volvemos a subir al collado de Edillo. Fue el lugar de hace una parada y comer
algo. Envueltos en niebla. Un despistado en un coche todo terreno, nuevo de
paquete, llego hasta allí. No sabía dónde se metía ya que no hay paso. Tuvimos
que retirarnos para que pudiera pasar, dar la vuelta y regresar por el mismo
camino.
El embalse |
La bajada hasta el hayedo fue por
el mismo camino. Hay muchos caminos y pistas por el monte que dan acceso a múltiples
lugares en los que se puede hacer una explotación forestal que aún no existe. En
este lugar está el monte limpio de plantaciones. Más abajo, cerca del hayedo,
hay plantados pinos infectados de procesionaria. Pisamos muchas orugas por el
camino.
Un haya "desnuda" |
La bajada por el hayedo. Sin
hojas también tiene su encanto. Los árboles desnudos nos muestran sus ramas,
largas, muy largas. Cada vez más finas.
Bajando ya de nuevo por pistas
asfaltadas llegamos al lugar en el que habíamos dejado los coches. Fueron unas
4 horas de marcha, que acabamos tomando un chocolate en Sarón, para terminar la
tarde y volver a Santander en coches.
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