MONTE CANALES, 04.03.17

fotos 
ruta



Hace unos años subimos al monte Canales, en el mes de diciembre, un día lluvioso. Nos mojamos enteros, hasta las ideas. Hemos vuelto sin saber que volvíamos al mismo sitio y hemos recordado lo que caminamos ese día.
Primeras flores en los árboles
El monte canales está en Silió, en la ladera sur del Pueblo. Se sale de las proximidades de la Iglesia del Pueblo paralelo al río Erecia. Se camina por una pista asfaltada que cruza el río y se mete cada vez más el bosque. Pasamos por un área recreativa con bancos y barbacoas.
La mimosa nos enseña su flores
Enseguida te introduces dentro del bosque de hayas, robles y algunos acebos. Esa es la belleza de la marcha. La pena es que hemos subido a principios de Marzo y la primavera comienza a abrirse. Los árboles aún no tienen hojas, algunos árboles, como los espinos, ya comienzan a presentar su flor y en los prados aparecen las prímulas, que son las primeras flores de la primavera.
El camino que se hace es en este tramo ascendente suave y fácil. Incluso  nos ha adelantado algún coche sin tracción integral, lo cual demuestra que la pendiente y el firme del camino son bueno.
Hemos cruzado la tubería del trasvase, enterrada, que lo descubrimos por conocer el lugar y por ver alguna arqueta junto al Río Erecia.
Cruces del río y de arroyos nos llevan hasta una casa – refugio, que se ve recientemente reparada. Puertas abiertas para que pueda ser utilizada por quien necesite. Nosotros paramos a comer el bocadillo y catar algo del vino que llevábamos en la bota. 
Imagen del río en el cruce de la carretera
que accede a Silió. Debajo del puente
Canino en el bosque
Llevamos algo más de la mitad de la ascensión. Al salir de la casa, enseguida se cierra el camino y pasa a ser sendero. Comenzamos algo de ascensión más dura, con más pendiente y con piso en peor estado. Casi caminamos por caminos que, cuando llueve, pasan a ser arroyos, lo cual dificulta su caminar. Nos vamos a los lomos de encima del camino y por ahí salimos a campo abierto, con escajos y helechos. El sendero está perfectamente marcado en el suelo, por lo que lo seguimos sin dificultad, aunque nos cuesta ascender ya que tiene más pendiente que los tramos “asfaltados”.

Así, ya fuera del refugio del bosque llegamos a unas brañas –prados en el monte- con algún bebedero para los animales que es el punto alto de nuestra marcha. Un pequeño descanso y seguimos el descenso. El sendero sigue marcado, aunque hay buscarlo en la braña y elegir bien el lugar por donde salir. Hay monte bajo, con encimas de poco porte, que te pueden desviar ligeramente. Non obstante, la presencia de las rocas calizas de Peña Arcenal, en cuya dirección vamos, hace que sea más difícil errar el camino.
Musgo en el bosque
Al llegar a las proximidades de esta roca, cruzamos un  vallado por una portilla y caminamos por encima de la autovía del agua, Ahora no se ve ninguna obra ni nada. Solo una pista en muy mal estado. Damos vista al valle de Iguña. Se observa perfectamente la autovía de la meseta  y alguno de sus puentes.

Para descender en dirección a Silió vamos por caminos que dan servicio a explotaciones ganaderas. En un caso, tratando de pisar sobre tierra en vez de sobre el firme del camino, nos hemos metido por un prado. Si ves de track verán que a la izquierda del mismo está el camino. El descenso fue así bastante más cómodo.
Prado llegado a Silió
El problema lo tuvimos cuando llegamos a divisar Silió. La traza del track que llevamos grabado, nos metía en una finca. Hay una portilla fácilmente franqueable. El problema es que había un caballo pura sangre que parecía algo excitado y nos dio respeto meternos en su terreno. Seguimos por la pista principal que nos alejaba de Silió, que es lugar en donde teníamos el coche. Por ese motivo, en cuanto pudimos, nos metimos en una finca y cruzamos por los prados y tuvimos que saltar una valla de alambre espino. Por ese descenso a través de la ladera de fuerte pendiente, llegamos a una casa, a un camino y ya descendemos sin problemas hasta Silió. Lo normal habría sido seguir por la finca del caballo, ya que la pista o camino aparece perfectamente marcado por dentro de la misma.

Vista del Valle de Iguña
Que lo disfrutes.

Comentarios