FARO DEL CABALLO EN EL BUCIERO. 07.05.17

RUTA

FOTOS


LA BAHÍA DE SANTOÑA
Cantabria es así. Un día llueve durante toda la jornada. Poco, pero constante. Nos empapa hasta los gayumbos. Nos deja ateridos de frío. No hacemos vida. Y han caído 5 litros por metro cuadrado, a 7 grados.
LA COSTA, MIRANDO HACIA SONABIA
Sin embargo, amanecen otros días claros, nítidos, con sol, una brisa ligera, en primavera y otoño en que el sol no sube mucho en el horizonte. Como decía Bertolt Brecht “esos son los mejores”.









EL FARO DESDE ARRIBA
Mirando los partes meteorológicos descubrimos que venía una jornada de estas y salimos al campo. Llegamos a Santoña para comenzar a caminar sobre las 10  de la mañana. La marcha prevista es corta. Alrededor 8-9 kilómetros. La meta de hoy es bajar al faro del Caballo y subir, por los más de 700 escalones, muchos de ellos de más de 30 cm de altura.
DESDE EL MIRADOR DEL FARO HACIA LEVANTE
Salimos y sobre la atalaya  que da acceso al fuerte de Napoleón y nos permite contemplar la bahía de Colindres – Santoña. Allí comienza el ascenso por una pista de fácil caminar, con pendiente ascendente, firme muy irregular, pero sin riesgos. Alguna subida y bajada, muchas paradas para contemplar la mar y los reflejos del sol a contraluz en su superficie irregular.
Caminamos casi siempre por dentro de la cubierta boscosa. Algún que otro claro, pero escasos. Este camino es muy bueno para días calurosos, ya que caminas  habitualmente por la sombra.
Así, caminando y caminando llegamos al cruce de “cuatro caminos”. Nos acercamos a la bajada hacia el faro del  Caballo. Un cartel nos avisa: descenso peligroso. 700 escalones. Según mi GPS bajamos de la cota 180 a la cota 26. Algo más de 150 m de peldaños.
LLEGANDO AL FARO
El descenso es vertiginoso. Hay que hacerlo con cuidado ya que las huellas de los peldaños son muy cortas. Generalmente excavadas en la roca. Hace unos pocos años han reacondicionado el descenso. A los lados de la escalera dispones de muretes o pretiles de protección. Menos mal. Ver la caída a nuestros pies podría ser demasiado asombroso para nosotros. Nos daría una sensación de inseguridad terrible.
También tenemos una “barandilla” de cable que sirve para que siempre tengas algo en la mano que aprecias que está asegurado al terreno y sientas una sensación de seguridad.
INTERMINABLES ESCALERAS
Poco a poco y despacio bajamos hasta la explanada en la que se ubica el faro. No quisimos bajar al nivel del agua. Aun hace demasiado frío como para pensar en un baño. Sin embargo los colores de las aguas son espectaculares, parecen turquesas típicamente caribeños.
Hay que hacerse fotos, subir al faro – está sin uso y no tiene instalación ni fanal alguno-, retozar en el pleno sentido genérico. Y comenzamos a subir. Mochila al hombro y sin pensarlo.
Ahora vienen cada vez más caminantes. Es nuestra excusa para hacer muchas paradas y charla con los descendientes. Ya somos “veteranos” en este descenso  y ofrecemos consejos gratuitos. Además  hay que pararse a hacer fotos y más fotos. Las luces y los reflejos en el agua del mar son ilusionantes.
EL PRETIL DEL FARO
Unos minutos más tarde y 700 escalones más arriba acabamos. Todos se acaban. Un rato de parada y volvemos a cuatro caminos. La marcha normal es dar la vuelta al Buciero. En ese caso giraríamos a la derecha y caminaríamos hacia el faro del Pescador. Bueno, pues nosotros no. Caminos en sentido recto en dirección al fuerte de Napoleón. Es otro fuerte de Napoleón diferente del anterior y que nos da vistas a la bahía de Santoña, a Montehano, a Escalante, a Berria, a El Dueso, a…. Cruzamos por dentro del bosque por el sendero hecho por cientos de caminantes. Aunque ayer ha llovido está seco. El Buciero es un monte calizo y kárstico. Las aguas se filtran con mucha facilidad en el interior de la masa rocosa.
Hay mucha encina, tilos, hayas, laureles,.. Típicos arboles cántabros que se han adaptado a la escasa tierra que se deposita sobre la roca caliza y a las proximidades de la costa. Salimos a un claro y contemplanos la cima del Buciero, al que no tenemos ninguna intención de ascender. Para otras fechas.
AGUAS TURQUESAS DEL CARIBE CÁNTABRO
El fuerte de Napoleón está cerrado. Además de ello, la vegetación creciente lo ha rodeado e impide contemplar las vistas hacia la bahía de Santoña, tanto en el mismo fuerte como en el c amino de descenso a Santoña. Una pena ya que es un espectáculo ver esta zona de bahía y marismas.
ACANTILADOS 
Hay un sendero que, vertiginosamente, desciende hasta Santoña. Nosotros seguimos por el camino asfaltado hasta llegar al primer fuerte de Napoleón, que es donde tenemos aparcado el coche. No tiene ninguna historia ya que es un camino asfaltado, con pretiles de piedra, al que el crecimiento de la vegetación a tapado las vista a la marisma.
Espero que lo disfrutes y que elijas un día con tan buen clima para el senderismo como el que nosotros hemos disfrutado.


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