AL FIN, EL ALMANZOR. 27 y 28 de Julio del año 2017





España está surcada de ríos y montañas. Recuerdo de mi época de estudiante primeros cursos de bachiller en los que citábamos de memoria las sierras o cordilleras: Los Pirineos, la Cantábrica, La Ibérica, La Carpetana, La Oretana,  La Bética y la Penibética.
En la cantábrica, las cumbres más importantes son los Picos de Europa. Según dicen, Peña Vieja, en la que he estado hace unas semanas, es la sexta cima.
Puente de paso sobre en arroyo. Hoy seco
La cordillera Carpetana, básicamente es la sierra de Gredos y la sierra de Guadarrama, aunque los puristas y localistas parecen que dan el nombre de Carpetana a la sierra de Guadarrama. Son muchas más sierras las que componen el llamado sistema central, pero me parece que estamos hablando de más localismos que otras cosas.
Hoy Reyes y yo vamos a la Sierra de Gredos, a tratar de coronar de su cumbre, el Pico Almanzor, con 2.592 como dato oficial de altura. Esta sierra es una inmensa mole granítica, entre Guadalajara y Portugal y que constituye la separación física o divisoria de aguas entre las cuentas de los ríos Duero y Tajo.
Estamos bajando a la Laguna Grande
Tras estas breves notas geográficas os diré que fuimos a la plataforma de Gredos, cerca de Hoyos del Espino tarde. Llegamos sobre las 7,30 de la tarde aún de día y comenzamos a caminar en dirección al Refugio Elola (aún se conserva el nombre a pesar d ele Ley de la Memoria Histórica ¡¡¡¡). Llegamos de día. Estamos en el centro del verano y los días son largos, largos.
Esta parte de la marcha es muy fácil. Son unos 8 kilómetros por un camino muy transitado. En algún momento me recordó a la ruta del Cares en pleno verano. Gente y gente por doquier.
Subes hasta una pequeña cumbre a mitad del camino, con un desnivel de unos 350 m. El camino está marcado por largueros de madera, muchas veces empedrado, muchas traviesas de ferrocarril ayudando a contener las piedras que hacen de firme, algún paso de puente sobre un arroyo,… Vamos Cosas muy fáciles.
En la parte de abajo manan
 las aguas
Al comenzar a bajar esta cumbre, en el denominado Risco de los Borrerones, suele haber una o dos cabras que están para posar y que les hagas fotos. Vamos tarde y no parece que haya clientes para las cabras y hoy no están. Las cabras hacen igual que los hombres, posar contigo y cobrar sus honorarios en forma de pequeñas golosinas que todo el mundo les da, fastidiando su metabolismo y alimentándolas de cosas que no son capaces de digerir. Sin embargo, es cierto que les gusta.
Desde este risco, se baja por el camino, al principio entre escobas y piornos, hasta la laguna grande.  Siguiendo el camino por el borde la laguna se llega al refugio. Dos horas y un poco más para llegar allí con tranquilidad. A ambos lados de la cumbre, hay sendas fuentes de aguas naturales, sin control sanitario, pero que todos bebemos sin ningún problema. Es lo normal si hay sed.
Hoy nos toca descansar y dormir allí al régimen de refugio. A las 10,30 se apagan las luces y a dormir. No hay más. Camas corridas para dormir.  Tienes mantas y almohada. Llevar saco de dormir es absurdo ya que hace calor. Quizá una sábana o similar es todo lo que te hace falta. Mañana será otro día.
Al salir el sol, comienza la vida de nuevo en el refugio. Despertamos, abluciones matutinas y desayuno contundente: pan tostado, galletas, mermelada, lo que corresponde, café... Esto no es un 5 *****. Cogemos fuerza, cargamos las mochilas y a mirar el cielo y a la cumbre.
El Almanzor. A por él.
El Almanzor se asoma contra el cielo al oeste del refugio. Su cumbre se distingue perfectamente con las dos agujas que tiene. Para llegar allí hay que ascender el desnivel de alrededor de 700 que existen entre el refugio y la cumbre. Comenzamos a caminar por detrás del refugio, con muy buena vista dirigida al pico. Sales por piedras y rocas graníticas hacia la pedrera que da paso a la Portilla Bermeja. Es lo que nosotros llamamos collado y que aquí llaman Portilla.
La ruta se ve con mucha pendiente y poco a poco vamos caminando hacia ella, y ascendiendo, ascendiendo y cada vez un poco más. Todo se hace con tiempo y esfuerzo.
La pedrera hacia
Portilla Bermeja
Puedes caminar por donde quieras ves el camino recto hacia la Portilla. Sin embargo, un consejo es buscar hitos o amontonamientos de piedras. Por ese lugar ha pasado alguien y el camino es factible. Pequeñas variaciones, sobre todo en las partes iniciales de la ascensión, te pueden llevar a lugares en  los que haya que saltar, trepar y brincar sin ninguna necesidad. Los hitos, más o menos te llevan.
A mitad de camino, mientras subes por la pedrera en dirección a la Portilla Bermeja, vas viendo que el Almanzor se va quedando a la derecha y, mientras tanto, comienza a asomar otra  pedrera que viene directamente del Almanzor. Pues ponte en lo peor y piensa que vas a subir por ella. Es parecida a la que llevamos hasta ahora. Pleno sol, orientada al sur, con lo cual el cogote se pone moreno.
Cada vez aumenta la pendiente, suavemente y no hay más que subir y subir, Olvídate de que haya fuente. El líquido, muy necesario, lo llevas en la mochila.
Así, como quien no quiere la cosa,  al cabo de 2 horas o dos horas y media llegas a la Portilla o Collado del Crampón. Parecía imposible. Lo hemos logrado.
Desde la portilla del Crampón se
ve la ascensión
Ahora ya se asoma lo más difícil. Nos ha dicho todo el mundo que hay que trepar. No hacen falta cuerdas. Cruzamos la portilla (collado)  del Crampón, por la parte norte del Pico Almanzor, y llegamos a la sombra. Las rocas están frías. Hay paso marcado, sin problema y enseguida aparecen unos puntos blandos pintados en la roca. Parece ser el lugar más fácil para trepar al vértice geodésico, la cumbre del Almanzor.
La destrepada. Se ve a reyes y
 dos personas mas abajo.
Esta trepada por la zona de los puntos, mientras duran es factible. Todo el  mundo lo hace, por lo que nosotros son vamos a ser menos. Busca lo que te parezca más sencillo ya que los puntos blancos desaparecen. Si vas un buen día de verano tendrás mucha compañía, por lo que las personas que seguro que ha n subido antes que tú te van a señalar por donde llegar a hacer cumbre y a gozar de haber conseguido lo que querías: llegar al Pico  Almanzor y disfrutara las vistas, aunque haya algo de bruma.
Las fotos para marcar el logro son absolutamente necesarias. Hay que contarlo y certificarlo.
La bajada es por el mismo lugar. Lo peor las destrepada. Aquí hay que hacer un aviso, que me hicieron y no hice caso. DEJA LA MOCHILA ABAJO, en la portilla del Crampón o zona cercana. No se la comen las cabras ni nadie te la va a llevar. No subas a cumbre con ella y  no trepes con ella. Al bajar, te vas a apoyar contra la pared de roca, te vas a sentar en ella, te vas a agarrar a la roca, como puedas. La mochila se pegará a la pared en vez de tu espalda. Vas a estar 20 centímetros más cerca del abismo. Te garantizo que ahí, esa distancia es un mundo.
Desde la Portilla del Crampón desciendes por el mismo camino. Ahora haces manos caso de los hitos. Como estás bajando puedes saltar y brincar. Es mucho más fácil que antes subiendo. Te puedes permitir algún lujo.
Si lo haces bien en 4 – 5 horas llegas perfectamente de vuelta al refugio a tomar el sol, darte un baño y descansar del esfuerzo del día.


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