CURAVACAS. 20.08.17

FOTOS


RUTA

Vista del Curavacas desde el valle de Pineda
Hoy nos toca subir al Curavacas. Este es la cima más alta de la provincia de Palencia y se encuentra en la denominada Montaña Palentina. Muy cerca de Cantabria ya que vamos a ver una montaña épica, como es Peña Prieta a la que subí hace un par de meses desde San Glorio. Entre los dos picos, unos 8 km de distancia y un gran esfuerzo para subir a los dos. No es nuestro fin
Hemos quedado pronto. A las 7 ya estamos en los coches. La ruta es larga. Santander, Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, Triollo y Vidrieros. En coche. Desde Santander casi dos horas, pero entre paradas, cafés, ir en todo terreno lento, etc., tres horas. A las 10 en Vidrieros. Nos metemos para la parte norte de la sierra en el todo terreno, lo que nos llevó una hora más. Hasta las 11 no estábamos en régimen de marcha. Cuatro horas para llegar es demasiado tiempo.
La cabaña del Tío Emilio, debajo de la pudinga
Comenzamos caminando y cruzando el río Carrión. Acaba de nacer en la laguna de las Fuentes Carrionas y el caudal ahora en verano es pequeño. Hay piedras por las que pisar y lo vadeamos sin problemas. Un poco de prado y llegamos a la cabaña del Tío Emilio o también lo llaman Chozo del Hospital. Es un lugar agradable construido debajo de una inmensa mole de roca pudinga o conglomerado de cantos rodados.
Pasado ese lugar nos equivocamos. Nos metimos por dentro de los argumizos, piornos, escobas o quieras llamarlos. Nos costó mucho cruzar ese lugar. Hemos seguido los caminos que encontrábamos que son hechos por animales, jabalíes fundamentalmente. Estos animales son bajos y el suelo tiene paso, pero las ramas de las plantas se cierran entre sí e impiden el paso.
Deberíamos haber caminado por más abajo, más cerca del arroyo con terreno más limpio y más fácil de cruzar. Hemos querido ganar altura rápidamente y nos hemos equivocado.  Otro miembro del grupo ha ido por abajo y ha caminado mucho más rápido.
Sendero de ascenso
Lo cierto es que hay que pasar por un lugar por encima de una roca. Ese si es el punto de paso para todos.
A partir de ahí hemos subido como hemos podido buscando el collado del Hospital. Para llegar allí nos hemos ido pegando a la pared vertical de este pico Hospital, buscando terreno firme, buscando sombra y huyendo de pisar pedregales. Algo hay que pisar, pero …
La pared Norte del Curavacas
Buscar el collado es lo importante. Hemos llegado a él y descansado un rato. Llevamos ya algo más de dos horas caminando. Algo de comida, bebida y reposo. Nos falta lo peor.
Cruzamos desde el collado del hospital al llamado Callejo Grande, que es la vaguada por la que se sube al Pico Curavacas. El camino es subir y bajar pocos desniveles, alguna pequeña trepada y destrepada y llegamos. Ascender, ascender y ascender. Busca el camino que te sea más fácil. Hay múltiples huellas en el suelo por las que seguir y no tienes mayor inconveniente que seguirlas. Alguna pequeña trepada que casi te sugiere que abandones los bastones y los metas en la mochila.
Seguimos subiendo hasta un estrecho collado. Hay hitos por la derecha, pero no hay que subir ahí. Seguir de frente por el estrecho collado, bajar y subir hacia la izquierda. - Ahí, enseguida aparece un fácil sendero que nos lleva, sin tanta pendiente como llevamos hasta ahora a la cima del Curavacas.
El Collado del Hospital. Al fondo el Espigüete
Allí hay bastante espacio para poder sentarse, tocar la campana de la cumbre, comer un bocadillo, beber de la bota, descansar y disfrutar de las vistas: Espigüete, Pico Murcia, Pico Tres Provincias, Peña Prieta, Macizo Central de los Picos, macizo Oriental de los Picos, peña Sagra, Peña Labra, Tres mares, … Muchas cumbres míticas que nos rodean. Nos hizo un día magnifico, con lo que disfrutamos del espectáculo. Además, había poca bruma y se distinguía bastante longitud. Vimos con precisión el “picu Urriellu”.
Y comenzamos a pensar en la bajada. Nos juntamos con unos jóvenes que habían subido forzados y que tenían miedo de bajar solos, por los posibles vértigos de alguno de ellos. Pues así, comenzamos la bajada. Bajamos a Vidrieros. Parte de nuestro grupo bajó al lugar de origen a buscar los coches y sacarlos a zona asfaltada y civilizada.
El primer tramo de bajada es el mismo que subida. La bajada hasta la estrecha collada es el mismo sendero fácil que la subida. A partir de esa collada, bajar con mucha pendiente. Y lo mismo que antes al subir, camina por donde puedas. Seguimos más o menos los caminos que se ven en el suelo. Hay que destrepar en algún momento y, enseguida comienza a ser necesario usar de nuevo los bastones. Son cómodos para ayudarse buscar equilibrio en la bajada. Las destrepadas no son de mucha altura, menos de 2 metros, con lo que son fáciles.
Las cabras nos han acompañado por el camino de subida
Bajando por los senderos nos encontramos con pedreras de piedras pequeñas y sueltas. Aprovechamos caminar por ellas, ya que no hay más remedio, con la clásica técnica de descenso clavando los tacones y dando pasos largos. Educamos a nuestros acompañantes en esa técnica y todos bajamos de esa manera.
Desde el Curavacas vemos el Pico Tres Provincias a la
izquierda y Peña Prieta en el centro
Ya empezamos a notar la faltad e agua. Estamos todos secos, Incluso alguien de nuestro grupo necesitó algún masaje en las piernas, estirar músculos y algún ibuprofeno para poder descender. Nuestras reservas se han acabado y hasta que llegamos a parte baja y sale algún arroyo no hay nada. Ni que decir que llenamos las botellas y bebimos con fruición. No es agua depurada, pero no hay animales domésticos por la zona alta. Sólo alguna que otra cabra montesa. No nos preocupó esta situación y bebimos el agua que recuperó nuestro cuerpo, al menos el parte, del tremendo sudor que habíamos expulsado durante el día.
Poco a poco llegamos, por senderos entre argumizos, a un camino o pista que se observaba desde arriba y por él, pisando piedra y algún arroyuelo, llegamos a vidrieros, nuestra meta de hoy y lugar en el que nos tocó espera y esperar a los que venían de la parte de atrás de la montaña. Se liaron y buscaron alternativas y caminaron y caminaron y caminaron. Se lo pasaron bien, pero nos dejaron muy nerviosos a los demás.
Como consejo, subir en día de buen tiempo, con mucha agua y muchas ganas de sudar.

Que lo disfrutes.






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