PICO LIÑO. 14.04.18



Ruta 
 Fotos



Hoy pretendíamos hacer una marcha con cierto esfuerzo, alrededor de 1.000 m de desnivel. Pensábamos subir a Porracolina. Al mirar el parte meteorológico nos dió reparo ya que la amenaza de lluvia era verdadera y con cierta intensidad. Además, si allí arriba hay lluvia, por poca que sea, hay nubes y te impiden la visibilidad. Algo de nieve aun queda y esta semana pasada ha nevado.
Hemos buscado una alternativa en la zona de Llanes. El parte meteorológico da mucho menos riesgo de lluvia. Nubes y claros es lo que pone y en realidad es lo que pasó. El problema es que las nubes no nos dejaron ver el espectacular paisaje, tanto al norte con el mar cantábrico como al sur con los Picos de Europa. Algún momento asomaron, …
las nubes se meten por el valle
Bueno, hemos ido en coche hasta Alles. Es un pueblín asturiano, dicho con su diminutivo propio, al que se accede desde Niserias en la carretera de Panes a Arenas de Cabrales. Aparcamos junto a la Iglesia y Ayuntamiento ya que allí hay sitio oportuno para ello. La verdad es que el pueblo está precioso, aunque nos pareció vacío. Casas muy cuidadas pero poca gente. Un bar cerrado.
Comenzaos a caminar y el camino no engaña. Toda la subida es cuesta arriba. No hay ningún momento de reposo y descanso en la ascensión.
Los primeros kilómetros, algo mas de 3, subimos por un camino pavimentado de hormigón. Como ingeniero de la profesión te puede indicar que bastante bien trazado. Pendiente muy uniforme de 12-14% que, dado que el piso es muy bueno, se sube sin dificultad, casi sin esfuerzo a pesar de lo que pica para arriba. Hemos pasado de la cota 260 aprox. Del pueblo a la 615 en que se acabo el camino pavimentado. El camino se ve, en algún tramo, con barrera de madera que se aprecia quemada. Fruto de algún incendio en el monte. Monte bajo, sin árboles es lo que hay. También hay que reseñar que el camino está excavado a media ladera y la pendiente transversal es muy fuerte. Da miedo acercarse al borde. Al estar tan pelado de árboles, la sensación de incomodidad es mayor aún.
El camino afirmado y las cabras reposando
Por debajo del camino se aprecia un sendero también con cierto criterio de trazado, Al bajar, uno de los senderistas bajó por él y está bastante bien para ser caminado. Luego nos enteramos de que es la traza de una red de abastecimiento de agua que abastece a las cabañas del monte.
dos de los senderistas (falta
el fotógrafo) en el sendero
Bueno, en estas andamos cuando se acaba el camino afirmado, en unas cabañas. El plano pone que a esa zona le denominada Llandabanes. Aquí hay niebla y no se ve. A la izquierda hay una pared de roca que hay que bordear, pero no la vemos. Nos encaminamos por un caminillo hacia ella y el propio camino nos lleva en dirección este enseguida. Sabe que hay que rodear. Es un sendero ascendente, que se pierde en algún momento, pero que si hay visibilidad no me cabe duda de que es bastante intuitivo el lugar hacia donde tienes que caminar, Se trata de un collado, Llanos de Morea dice el plano que se llama. Desde ahí no me cabe duda de que se tiene que ver el mar Cantábrico. Hasta ahora ha quedado oculto tras la montaña, pero ya la hemos ascendido.
En ese collado giramos a la izquierda buscando el Pico Liño. Enseguida aparece una charca artificial vallada, que supongo que es una retención de agua para regadío de algunos prados o huertas más abajo.

Nosotros nos tratamos de guiar por la ruta que llevábamos dibujada en el GPS. No hay sendero alguno, solo garmas, algún lapiaz. Si hay visibilidad seguro que se ve el Pico Liño y sabes a donde ir, pero nosotros nos hemos guiado por el GPS. Siempre subiendo pensábamos que llegábamos, que ese era el ultimo pico a ascender, pero la ruta nos marca que aun no. Seguimos ascendiendo, pasando por donde podemos por la garma y alrededor de los escajos, generalmente por la cara norte de la sierra.
Ya llegando a un lugar y entre la niebla, vimos el vértice geodésico y nos encontramos con el lugar al que queremos ascender. Cruzar una cresta, bajar un poco a un collado y la ascensión final al vértice. No tan fuerte como la esperaba y sin necesidad de agarrarse ni trepar nada de nada.
Arriba, junto al vértice geodésico, hay una cruz conmemorativa. Era nuestro lugar de comer el bocata. La bota de vino se quedó en casa y me echaron a bronca por ello.
Aquí ya no hay sendero
Arriba hacia aire y había nubes moviéndose. En algún momento y vislumbraron algunos picos, el naranjo de Bulnes asomó entre la niebla y la nube. Inmensamente espectacular. Seguro que el atardecer hubiera dado los colores anaranjados que dan el nombre a este pico. Él estaba enhiesto y limpio, pero los alrededores, vega Urriello, estaba totalmente nevado, lo que le da una vista diferente y más espectacular aún.
Dado que nos estamos quedando fríos, comenzamos el descenso. Teníamos una bajada por otro lugar y hacia él nos fuimos. Se trata de una vaguada muy pronunciada. En principio por garmas como las de la subida, pero enseguida por prados. Mucha pendiente lo que nos obligó a hacer zigzag para minorar la pendiente. Daba miedo y respeto. Pequeños caminos de animales, mas o menos horizontales nos han facilitado el descenso.
En la ladera hay mucha agua. Arriba, hay un pequeño lago y por la ladera hay muchas fuentes. Nos ha perecido alienadas, lo que me da la sensación de que se trata de una falla que recorre de norte a sur el terreno y por al que salen las aguas que s filtran mas arriba. De todas maneras, que lo analicen los geólogos.
Los picos y el Naranjo
Da esta manera llegamos a un cerramiento de una parcela en la que hay ovejas. El cierre está sellado a cal y canto, con piedra y cerca de caza, tratando evitar que el lobo pueda entrar en ese cercado y poder tener así las ovejas más seguras.
En la finca, observamos un depósito de agua que recoge las aguas de los tejados de unas cabañas y supongo que más aguas, De ahí se sirven las cabañas que hay más abajo.
Rodeamos la cerca y pasado ese lugar, seguimos nuestro descenso con condiciones parecidas, con mucha pendiente hacia el sendero que hemos usado esta mañana para ascender antes de llegar al collado que nos daba vistas al mar. A él llegamos con cierta dificultad. El descenso ha sido mucho mas abrupto que la subida. El ascenso por aquí seria factible pero mucho más duro sin duda. En días de verano de calor además está orientado al sur, con lo cual el calor debe ser asfixiante. El piso es el propio de prados, pero la orientación y la pendiente me recordaba a la cara sur del Curavacas. La diferencia el piso: prados en Liño y piedras en Curavacas.
Bueno, una vez en el sendero, ya nos sentimos mas seguros y aprovechamos para reposar un rato. Alguno incluso se tumbó. El esfuerzo de subida y bajada ha sido intenso.
Desde aquí seguimos mas o menos la misma ruta que esta mañana. Llegamos a las cabañas de Llandabanes y aquí apareció de nuevo el camino pavimentado. Suben coches hasta aquí sin dificultad. En este tramo, como ya hemos dicho, uno de nosotros buscó el sendero que se aprecia desde la pista y lo encontró, con mucho esfuerzo. Luego seguirlo fue más fácil. Salió sin problemas a la pista hormigonada en las proximidades de Alles.
Llegamos al coche sobre las 3 de la tarde, con sed y ganas de cerveza, que no pudimos tomar ya que el abr estaba cerrado. Supongo que, a diario, con el ayuntamiento abierto, esté también abierto.
Que lo disfrutes.


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