RUTA
FOTOS
Hemos realizado una marcha por el
municipio de Miengo, aprovechando un claro en el tiempo climatológico. Ayer ha
llovido, hoy sale viento sur que limpia la atmosfera y está previsto que esta
noche vuelva a llover. Es lo que pasa en invierno.
FOTOS
Pueste de madera sobre la duna |
Hemos “madrugado” y a las 9 estábamos
en el aparcamiento de la playa de Cuchia. Prácticamente solos en una mañana de
invierno. Nosotros queremos recorrer la costa entre la Desembocadura del Pas y
la desembocadura del Besaya, pero tenemos que llegar de un extremo a otro para
hacer la ruta circular. Por ese motivo nos metemos hacia el interior, un poco,
y nos acercamos a los restos de las dunas que había en Cuchia. Se trata de la
vaguada que acaba en la playa de Cuchia, Yo contaba a mis compañeros de ruta
que recordaba de niño acompañaba a los obreros del Ayuntamiento de Torrelavega
a esa zona a cargar arena de playa para las obras.
Cruzamos una pasarela de madera –hay
que reconocer que estaba perfectamente conservada, con travesaños reparados
aunque se les nota que estuvieron rotos. Alguien se ha preocupado- y subimos a
la cresta que nos va a dar vista a los frentes de la antigua cantera de Cuchia.
Recorremos toda la cresta viendo
a nuestra derecha la antigua cantera, con algunas lagunas en las que ahora se
contemplan diferentes aves, y a nuestra izquierda vemos las dunas arenosas de
Cuchia. Hoy en día, esta dunas están cubiertas de vegetación y parece que
bastante estabilizadas.
Dunas |
Nuestro camino por la cresta es
por una pista bastante “urbanita”. Se puede circular en coche sin mucha dificultad.
Contemplamos la cantidad de roca que en unos 90 años Solvay ha extraído de
allí. También contemplamos que ahora el terreno está volviendo a ser naturaleza
aunque nos da pena que esté cubierta casi
toda la superficie de plumeros de la pampa –Cortadeira selloana-
Así de esta manera, vamos dejando
la zona de campo y entramos en zona totalmente urbana, Entramos, por el lateral
del colegio en la carretera y por su acera nos vamos dirigiendo a nuestro
destino. Cruzamos por encima de las tuberías de lodos al mar, por donde Solvay emite
algunos residuos líquidos y pastosos al mar cantábrico.
Laguna en la Antigua Cantera de Cuchia |
Seguimos nuestra marcha por la acera
de la carretera y nos metemos por urbanizaciones buscando ir, por los campos, hacia
la desembocadura del rio Pas. Esta es, en primer lugar, una zona urbana. Luego
nos da pasado a caminar por caminos con prados a nuestra vera, fincas en general
abiertas excepto alguna cercada de árboles.
Así, poco a poco llegamos hasta
la Playa de Robayera, situado junto a la desembocadura del Pas. Enfrente vemos
el puntal e Liencres y vemos el Mar Cantábrico que hoy está algo levantisco.
Aprovechamos el lugar plácido para hacer una parada, tocarle el culo a la bota,
bebernos el vino que contiene y comer un pincho que viaja en nuestra mochila.
Acantilados entre Robayera y Usgo |
Volvemos un poco sobre nuestros
pasos para no tener que saltar vallas. Cruzamos junto a una tapia y ascendemos
al camino final del barrio de Poo y llegamos hasta los acantilados. Desde la
Playa de Robayera vimos pasar por el borde del acantilado a un caminante con un perro. La marea esta ya sufrientemente
alta y nos dio respecto, pero entiendo que se puede pasar con facilidad desde
la playa hasta la Punta del Águila.
Buenos, ya situados encima de los
acantilados nos encaminamos en dirección a la Playa de Usgo. Vamos caminando
sobre rocas calizas y por senderos múltiples. Buscamos lo que más nos gusta y,
de vez en cuando los aceramos a la cresta del acantilado. Observamos muchas
dolinas próximas a la costa, lo que nos da entender que hay conexiones bajo
tierra entre estas dolinas y la mar. Serían o podría ser bufones. Mirando hacia
atrás, en un día de viento sur como hoy y visibilidad clara, vemos las coimas
que bordean a Cantabria, vemos con total facilidad el castro Valnero y el Picón
del Fraile. Estanos a 45 km en línea recta y la visibilidad es total. Sin nada
de bruma ni calima ni nada similar
Playa de Usgo |
Nos acercamos a un lugar desde el
que, desde el alto, podemos observar perfectamente la playa de Usgo. El camino
puede seguir por un sendero a media ladera por el acantilado, pero nos pareció
peligroso, por lo que nos dimos la vuelta y caminamos por lugares más seguros.
Hubo que saltar una valla, aunque luego vimos una salida al final, que nos
llevó a un camino por el borde la playa de Usgo.
Enfrente vemos una loma a la que
hay que subir. Salimos un poco de la playa, cogemos un camino lateral y, tras pasar
dos casas, ladera arriba, fuerte y duro.
La subida es corta, unos 60 m de desnivel, pero las pendientes muy
fuertes. Aconsejo hacer zigzag para minimizar la pendiente.
Arriba estamos dentro de prados y
nos buscamos camino hacia el borde de acantilado, Otra vez estamos por encima
de la mar. El acantilado sube y baja y hay vallas delimitadores de fincas, cuidadas
y mantenidas, con pastores eléctricos que hay cruzar, unos cuantos y se hace
sin problemas. Debemos contemplar la mar, su bravura, la isla de los conejos y
el rosario de islas e islotes que le rodean…
Hay varias subidas y bajadas
fuertes, en terreno que patina por lo que la ayuda de un bastón con punta es
muy aconsejaba. Aquí el acantilado es de materiales diferentes. Por la zona
este de Usgo, lo que hemos traído desde Robayera, se trata de rocas calizas
blancas, en las que la erosión da caprichosas formas derivadas de la erosión y disolución
dela roca.
Pequeña cala en Cuchía |
En esta zona se trata de piedras más
blandas y más estratificadas que también proporcionan grandes acantilados de
alturas de alrededor de 50 m.
Caminando, caminado, llegamos la
playa de los Caballos. No bajamos ya que la ascensión posterior es por una grieta
y trepando. No estamos con ganas de ello. Así salimos a la zona asfaltada por
encima de esta playa y seguimos buscando otra vez la costa. Nos metemos otra vez
en roca caliza idéntica a la de la mañana y volvemos a ver señales de la existencia de Solvay. Mojones
en el campo delimitado fincas de propiedad de esta empresa.
Volvemos a salir a otro camino
asfaltado, en la zona dela Punta de Afuera, y volvemos a entrar en senderos de nuevo
por el borde la costa. Comprobamos que algunas casas están construidas en fondos
de dolinas, para refugiarse del viento y para ocultarse de la vista y confundirse
con el paisaje.
También caminado descubrimos una
calita que se cubre con la marea alta y que, en verano, tiene que ser ideal
para tomar el sol. Y ya. Llegamos a nuestra salida y a terminar la marcha. Unos
13,50 km y poco desnivel acumulado, eso si, mucha subida y bajada que es un
poco de rompe piernas.
Que los disfrutes.
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