PICONES DE ZAMINA. 24.11.18



FOTOS

RUTA


Acabo de salir de una lesión del talón de Aquiles y ya tenía ganas de caminar, He estado haciendo cosas ligeras y hoy ha tocado una marcha algo más dura.
Tipica cabaña pasiega en uso
Nos hemos acercado al pueblo de Pisueña a subir a los Picos de Zamina. Nuestra intención era salir del Puerto de la Braguía para terminar el en puerto del alto del Caracol, y lo hemos abandonado por hacer una ruta circular. La otra ruta necesitamos u coche en cada extremo.
Bueno llegamos a Pisueña sobre las 9 de la mañana. Hemos salido de Santander a las 8, aun de noche es invierno, Hace mucho viento sur. Buena temperatura pero arriba la fuerza del viento nos ha dado respeto.
La llegada a Pisueña se hace por la carretera, con algunos puentes de arco rebajado sobre el río impresionantes y bien construidos. Nuestros antiguos canteros sabían hacer su trabajo.
Laderas de la montaña
Salimos por la orilla izquierda del río (la orilla de un río siempre se mide en sentido descendente del río), para nosotros la derecha y seguimos hasta que un sendero sale del camino asfaltado. Comenzamos a subir por dentro del bosque, ascendemos fuerte y así estaremos toda la mañana. Nos hemos dado cuenta al final que podríamos haber dejado por aquí el coche, habernos ahorrado un kilómetro más o menos, ya que hay un puente peatonal que , aquí mismo, nos hubiese permitido cruzar el río sin problemas.
A lo nuestro subimos y vamos por pistas y caminos, al menos la primeras rampas. Las pistas son en algunos casos las típicas de extracción de madera. En otros casos son pistas de antiguos caminos comunales de acceso a cabañas.
En una curva fuerte, salimos del camino y caminamos por el prado en sentido ascendente, a piñón fijo, con toda la pendiente sobre nosotros. Llegamos a prados, cabañas y seguimos subiendo. La rampa nos llama. Pasamos un par de cabañas pasiegas. Cruzamos alguna pista y llegamos a la pista principal que crestea la divisoria ente Selaya y Vega de Pas y que viene desde el puerto de la Braguía. 
Laderas por las que subimos
Los Picones se ven enfrente. Estamos a la cota 820 y debemos subir hasta la cota  1.252, ya falta poco. Seguimos por la pista contemplando las impresionantes laderas de las montañas erosionadas y al fondo de las mismas están los arroyos que luego se juntan a formar el Pisueña. Esa pista llega al puerto en que se acaba. Y comenzamos a subir por la cercanía de una cerca. En algún momento arrasada en el suelo y que si la pisas se te traba en los pies.
Lo peor es que subes por un importante desnivel pisando hierbas acamadas por el viento y la nieve que me da pánico pensar en bajar por ahí. En paso de un patinazo o mala pisada caes los doscientos metros de desnivel seguidos, sin posibilidad de parar. En algún momento, durante la ascensión tuve que agarrarme a las hierbas para ayudarme a trepar.
En la parte alta, llegando a uno de los collados entre los picones, sale un sendero a media ladera y ascendente que  nos lleva hasta ese collado. Cuando llego a él, comienzo coger confianza de nuevo en mí mismo, pensando en lo que me falta para poder descender.
Ya llevamos mucho tiempo caminado y es el momento de parar y comer algo, Plátanos, frutos secos agua, refugio del viendo,…
Hayedo de zamina
Bueno seguimos caminando, El hayedo de Zamina  en su parte más alta aparece a nuestros pies. No tiene hojas. Están todas en el suelo en un mar de color ocre.
sendero buscando portillos
Hay un sendero mas o menos marcado, con portillos entre la roca para subir y bajar y así caminamos en dirección al poste repetidor que hay en las proximidades del alto del Caracol. Hay dos crestas por las que podemos bajar en dirección a Pisueña. La primera tiene mucha pendiente. Me dio respeto y por ello fuimos a la segunda, la que sale del repetidor precisamente. Nuestra ruta, en uno de los collados entre picones, se ha medido hacia abajo, pero no nos gustó nada y seguimos caminando a media ladera hasta llegar al repetidor. Es mejor seguir por la ruta convencional entre picones para llegar al mismo.
Iglesia de Pisueña
En el repetidor, vemos cabañas abajo y prados hasta ellas. Nos tiramos hacia abajo, poco a poco ya que hay mucha pendiente. A las cabañas siempre hay un camino o sendero que les permite llegar y por ellos vamos buscando la salida hacia Pisueña. Y la encontramos.
Este pueblo tiene muchas casas a media ladera y buscamos caminos antiguos para ir bajando hasta llegar al río por el camino más corto, Allí esta nuestro coche. Antiguamente se iba por los caminos que ahora hemos utilizado. Los caminos actuales son para coches y con menos pendientes y más anchos, lo que  nos lleva a mayores distancias y para nosotros, ya cansados… no conveniente
Encontramos esos caminos y llegamos al rio. Había un puente que nos hubiese permitido, como ya dije antes, acortar el camino si hubiésemos aparcado más arriba. Como no fue así continuamos caminando en el sendero de la margen derecha. Suave, suave hasta llegar a la iglesia de Pisueña, restaurada, muy encajonada entre casas y nos permitió contemplar y hacer alguna buena fotografía.
Así llegamos al coche y a descansar. Más tarde de lo que esperábamos.
Marcha difícil, peligrosa, con riesgo de caída, precipicios a media ladera, pero muy bonita cuin buenas vistas.
Que lo disfrutes.



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