Este invierno ha sido raro. Comenzó a nevar muy pronto y nos
encerró en casa. Además, enseguida comenzó a hacer viento sur y empezaron los peligros
de aludes. NI ski ni raquetas. Sólo
pudimos caminar por senderos baja cota.
El radar del Picón del Fraile |
Pero una vez despejada esa nevada quedaron otra vez libres
los caminos hasta que llegue la próxima nevada. Nos hemos subido al portillo de
Lunada, a tratar de recorrer las faltas del picón del Fraile y esas zonas.
Nuestra intención era recorrer la sierra de la Vaga y llegar al Carrio, pero a
mitad de camino lo pensamos mejor y preferimos dar la vuelta. Parecía que
entraba algo de niebla por el sur y además de ello, nuestro meteorólogo nos
daba riesgo de lluvia a partir de la una o dos de la tarde. Bueno, nos contentamos
con llegar al Pizarras, después de pasar el por el Veinte.
La marcha es sencilla y con poco desnivel. Salimos ya de la
cota 1.315 y nuestra cima son los 1.508. No es tanto desnivel.
El valle colgado de Brenaescobal |
Hemos aparcado nuestro coche en el alto del Portillo y desde
allí comenzamos a caminar a media ladera
en dirección noreste. A nuestra derecha
está el picón del Fraile y la izquierda vemos la carretera que nos ha traído
desde Santander. Hay un sendero marcado y se camina con facilidad. Quizá un
poco estrecho y alguien con vértigo pueda tener problemas. Así llegamos fácilmente
al collado del Bustalveinte. A nuestra derecha vemos todo el valle de los
collados del Asón. Frente a nosotros
asoma ya nuestra primera cima: el Pico Veinte. Se sube fácil por los senderos
existentes. La verdad es que la zona está muy pisada y no te pierdes.
Valle de los collados del Asón |
Tras hace cumbre y ver el buzón, seguimos hacia el siguiente
pico: el Pizarras. Hay algún pequeño descenso que hay que echar las manos al
suelo, pero corto y sin problemas. Algún momento caminas por la cresta y te parece
peligroso. A la derecha seguimos viendo los collados del Asón. Vislumbramos los
Campanarios, las Hazas del Respiradero, Canalahonda, vamos, una serie de
terrenos conocidos.
A nuestra izquierda nos aparece, tras una pendiente de
descenso infernal, un valle colgada y retenido por una morrena glaciar. Ese valle
está a unos 500 o 600 m por debajo de nuestra posición. Es Brenaescobal. Se
corresponde con un resto de la morrena lateral de lo que hoy es el valle del
Rio Miera. Se ve muy bien desde la Colladía.
Y seguimos caminado hasta el Pico Pizarras. Tampoco tiene mucha
duda el camino. Lo ves enfrente y sigues hacia él. Allí conseguimos vislumbrar
un bello arco iris mirando al norte. Mientras comíamos algo, comprobamos que se
acercaban nubes, que habían formado ese arco iris, con amenaza de lluvia y quizás
nieve o granizo. Además el viento arreció. Decidimos ser prudentes y volvernos.
Arco Iris desde el Pizarras |
Al llegar al lugar llamado
al Colladía, collado entre Pizarras y
Veinte, decidimos asomarnos en dirección a los collados del Asón. Encontramos un
sendero muy marcado, no sé si por las aguas en su descenso o por ser un
sendero. El clima no estaba muy a propósito y nos dio cierto reparo seguir El
sendero iba en dirección a Canal onda y Collado de los Lobos. Entiendo que
tiene que ser un buen paso para comunicar el collado de los Lobos con la
Colladina en donde estábamos.
La marcha nos ha quedado corta y ya digo que por miedo a un
cambio de climatología y que la misma se pusiese adversa.
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